En el corazón de Boston, en la víspera de Navidad, un escalofriante evento sacude a la ciudad: un hombre camina desnudo por la calle, sosteniendo la cabeza decapitada de una joven. Este macabro suceso marca el inicio de "El día que se perdió la cordura" de Javier Castillo, un thriller que entrelaza misterio, romance y un profundo análisis psicológico. El doctor Jenkins, director de un renombrado centro psiquiátrico, junto a Stella Hyden, una perspicaz agente de perfiles del FBI, se ven arrastrados a una compleja investigación que no solo amenaza sus vidas, sino que también desafía su percepción de la realidad y la cordura.
A medida que Jenkins y Hyden profundizan en el caso, descubren conexiones con eventos aparentemente aleatorios que ocurrieron diecisiete años atrás en el enigmático pueblo de Salt Lake. A través de una narrativa que alterna entre el pasado y el presente, Castillo despliega una historia que es tanto un rompecabezas como un espejo de las fragilidades humanas. La búsqueda de la verdad los lleva por un camino repleto de peligros, revelaciones sorprendentes y la constante pregunta sobre lo que realmente significa estar cuerdo.
Con un estilo ágil y enriquecido con referencias literarias a autores como García Márquez y Orwell, Castillo no solo ofrece un thriller apasionante, sino también una profunda reflexión sobre los límites de la mente humana. La estructura narrativa del libro, dividida en múltiples tiempos y perspectivas, permite al lector ensamblar las piezas del misterio mientras se sumerge en un análisis introspectivo de los personajes. Este enfoque multifacético no solo mantiene al lector enganchado, sino que también desafía las convenciones del género de suspense, añadiendo capas de complejidad a la trama.
Reseñas y lectores no han tardado en elogiar "El día que se perdió la cordura" por su capacidad para mantener la tensión narrativa y por construir un thriller que es tanto cautivador como intelectualmente estimulante. Según destacan, es una obra que captura la esencia del género con una frescura y profundidad que invita no solo a leer, sino a reflexionar sobre la condición humana. Castillo, con esta novela, no solo ha creado una historia fascinante, sino que también ha establecido un vínculo inquebrantable con el lector, quien se ve irremediablemente arrastrado a cuestionar la línea entre la cordura y la locura.