Antonio Rabinad, en su obra "Los contactos furtivos" de 1952, nos sumerge en un relato oscuro y perturbador, encapsulado en el ambiente represivo de la posguerra española. Esta novela, parte de la pentalogía "Un reino de Ladrillo", destaca por su habilidad para transformar lo ordinario en literatura, explorando las vidas comunes con un lente crítico y despiadado. La muerte, como leitmotiv, se teje a lo largo de la narrativa, presentando un espectro que ronda y define el destino de los personajes.
El inicio de la historia con una muerte enigmática establece el tono sombrío que perdura. Los personajes, lejos de ser héroes o figuras excepcionales, son gente corriente llevando vidas de desesperante mediocridad. Rabinad explora estas existencias a través de episodios que, aunque aislados, forman un mosaico representativo de una sociedad cargada de historicidad y decadencia moral. Cada historia, desde el profesor tullido y amargado hasta el suicidio del inválido traicionado por el adulterio de su esposa, dibuja un cruel retrato de la fragilidad humana y la pérdida de fe.
La crítica al establishment y a la religión, aunque sutil, es una corriente subterránea que desafía las normativas sociales de la época. Los pasajes que algunos lectores han tachado de lúbricos y provocativos no son sino expresiones de la lucha interna de los personajes, quienes se debaten entre el deseo y la moralidad impuesta por un contexto represivo y moralista. Este enfoque provoca que la novela haya sido etiquetada como maldita en su tiempo, relegada al olvido por su audacia y su crítica implícita.
Con "Los contactos furtivos", Rabinad no solo nos ofrece un drama humano, sino que también critica una sociedad que, bajo la superficie de la posguerra, esconde historias de desesperación y secreto. La obra, aunque incomprendida en su lanzamiento, se erige como un testimonio literario de una época y sus sombras, invitando a los lectores a una reflexión profunda sobre la condición humana y las estructuras sociales que la moldean.
Este libro es una pieza clave para entender no solo la literatura de posguerra en España, sino también para apreciar cómo las vidas ordinarias pueden ser fuente de una rica exploración literaria. A través de la visión de Rabinad, "Los contactos furtivos" se convierte en un espejo de la crueldad, el desamor y la tragedia, aspectos tan universales y atemporales como la propia literatura.
