En la vibrante y caótica Lima, "Hasta que me orinen los perros" de Fernando Ampuero nos sumerge en la vida de Alberto, un hombre que se ve arrastrado al mundo del crimen para solventar sus problemas económicos. La novela abre una ventana a la dualidad de la supervivencia y la moralidad, explorando hasta qué punto una persona está dispuesta a comprometer sus valores en busca de una vida mejor.
Alberto, inicialmente un taxista común, se ve envuelto en un negocio turbio cuando su situación financiera se torna desesperada. La astucia y sagacidad con que maneja las situaciones pronto le hacen ganar el respeto y eventual liderazgo dentro del grupo, suplantando a Raimundo, el anterior cabecilla. Sin embargo, este ascenso trae consigo no solo beneficios económicos sino también complicaciones, especialmente con Rosa, su esposa, quien es policía y desconoce las actividades ilícitas de su marido.
La trama se complica cuando Raimundo es hospitalizado tras un ataque, y Alberto aprovecha para expandir y reestructurar el negocio. Propone un esquema más ambicioso que incluye asumir el robo completo a sus víctimas, lo que requiere una mayor cantidad de personal y métodos más extremos, como la tortura, para obtener claves de tarjetas bancarias. La tensión escala cuando descubren que uno de los nuevos integrantes del grupo está desviando parte de las ganancias para sí mismo.
A través de una narrativa intensa y salpicada de humor, Ampuero no solo cuenta una historia de crimen y sus implicaciones sino que también pinta un retrato vívido de la lucha interna de los personajes, en especial de Alberto, atrapado entre la necesidad y su conciencia. "Hasta que me orinen los perros" es un relato cautivador sobre los límites de la ética personal frente a la adversidad, y la eterna búsqueda de la felicidad en circunstancias que desafían la integridad moral.