Antonio Machado Ruiz nació el 26 de julio de 1875 en Sevilla, España. Su infancia estuvo marcada por el ambiente intelectual y cultural de su familia, influenciado por su padre, Antonio Machado Álvarez, y su abuelo, Antonio Machado Núñez, ambos figuras relevantes en el estudio del folclore y la literatura española. Esta atmósfera de erudición y compromiso con la cultura española sería una influencia duradera en su vida y obra.
Tras mudarse a Madrid en su juventud, Machado se incorporó a la Institución Libre de Enseñanza, donde recibió una educación progresista que enfatizaba el pensamiento crítico y la ética. Aunque comenzó estudios universitarios en Derecho, pronto se dedicó por completo a la literatura, influenciado por movimientos literarios contemporáneos y la bohemia madrileña. Su temprano interés por la poesía y el teatro marcó el comienzo de su carrera literaria.
Antonio Machado comenzó a ganar reconocimiento como poeta con la publicación de "Soledades" en 1903, seguido de "Soledades, galerías y otros poemas" en 1907, obras que reflejan su profunda sensibilidad y su innovador uso del simbolismo. Sin embargo, fue "Campos de Castilla" (1912) el que consolidó su reputación, con versos que reflejan su amor por la tierra española y una aguda crítica social y política. Este libro marcó una madurez en su estilo y temática, mostrando un compromiso con los problemas de España y una profunda empatía por la condición humana.
Durante la Guerra Civil Española, Machado se alineó claramente con la República, utilizando su pluma para apoyar la causa y denunciar las injusticias. Su poesía durante este período, incluyendo obras como "La guerra" (1937), refleja tanto su compromiso político como su profundo pesar por la fractura de su país.
Trágicamente, el final de la vida de Antonio Machado estuvo marcado por el exilio y la pérdida. Falleció el 22 de febrero de 1939 en Colliure, Francia, lejos de su amada España que tanto había cantado en sus versos. Su obra poética, sin embargo, ha perdurado como uno de los testimonios literarios más emotivos y profundos de la literatura española, y sigue siendo estudiada y venerada tanto en España como internacionalmente.
En resumen, la vida de Antonio Machado fue una mezcla de logros literarios y compromiso cívico, marcada por un amor inquebrantable por su país y por la literatura como medio para expresar y aliviar el sufrimiento humano. Su legado perdura, recordado como uno de los grandes poetas de la Generación del 98 y un símbolo de la integridad y la resistencia moral frente a la adversidad.
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