Ramon Llull, nacido en Palma de Mallorca alrededor de 1232, fue una figura icónica de la Edad Media en la Corona de Aragón. Su vida y obra dejaron un legado imborrable en los campos de la filosofía, la literatura y la teología. Conocido también por sus apodos como Doctor Iluminado y Doctor Inspirado, Llull es venerado hoy en día como un beato en la Iglesia católica, con su festividad celebrada el 27 de noviembre.
Su infancia y juventud transcurrieron en un periodo de importantes cambios políticos y culturales, marcados por la reciente conquista de Mallorca por parte del rey Jaime I. Educado inicialmente en la corte de Aragón, Llull se sumergió en la vida mundana de la nobleza hasta que, alrededor de los treinta años, una serie de visiones místicas transformaron radicalmente su existencia. Decidió abandonar su vida licenciosa y dedicarse al estudio y la meditación, vendiendo todas sus posesiones y retirándose eventualmente a una cueva en el Monte de Randa para contemplar y escribir.
Después de su conversión, Llull se dedicó a la elaboración de su vasta obra escrita, utilizando el catalán, el latín y, aunque indirectamente, el árabe. Su obra más conocida, el "Ars Magna", es un sistema filosófico que intentaba demostrar la verdad del cristianismo a través de un método lógico y racional, diseñado para convencer a judíos y musulmanes del error de sus creencias. Llull fue un pionero en el uso de una lengua neolatina, el catalán, para expresar conocimientos filosóficos y técnicos, siendo uno de los primeros en hacerlo.
La vida de Llull estuvo marcada por numerosas misiones evangelizadoras por el Mediterráneo, incluyendo viajes a Túnez y Argelia, donde intentó, sin éxito, convertir al islam a través de disputas públicas. Su incansable labor misionera se combinó con una prolífica producción literaria que abarcó tratados filosóficos, poesía y obras de carácter místico. Entre sus textos más influyentes se encuentra el "Libro del Gentil y los tres sabios", una obra que expone las doctrinas de las tres grandes religiones monoteístas, presentadas a través de un diálogo interreligioso.
Llull falleció alrededor de 1316, en circunstancias no del todo claras, durante uno de sus viajes de regreso a Mallorca. Su muerte no disminuyó su influencia; por el contrario, su pensamiento y metodología continuaron siendo estudiados y venerados. Fue beatificado en 1847, y su obra ha seguido siendo objeto de estudio y admiración por su originalidad y profundidad.
En resumen, Ramon Llull no solo fue un destacado filósofo y teólogo, sino también un pionero en el uso del catalán para la expresión del pensamiento filosófico y científico. Su vida, marcada por una profunda conversión espiritual y un incansable esfuerzo misionero, lo establece como una de las figuras más fascinantes y complejas de la Edad Media europea.
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