Los Hermanos Marx, cinco hermanos nacidos en Nueva York, Estados Unidos, conformaron uno de los actos de comedia más influyentes del siglo XX. Originarios de una familia de artistas, los hermanos Marx comenzaron su carrera en el teatro de vodevil, donde cada uno desarrolló un personaje distintivo que marcaría su estilo en el mundo del entretenimiento.
Chico (Leonard Marx, 1887-1961), Harpo (Adolph Marx, cambiado a Arthur Marx en 1911, 1888-1964), Groucho (Julius Henry Marx, 1890-1977), Gummo (Milton Marx, 1892-1977) y Zeppo (Herbert Marx, 1901-1979) crecieron en un hogar donde la música y el espectáculo eran parte de la vida diaria. Su madre, Minnie Marx, y su tío Al Shean, ambos con raíces en el entretenimiento, fueron influencias significativas en sus carreras tempranas.
El grupo comenzó presentándose en pequeños teatros y, a medida que su popularidad creció, se trasladaron a Broadway, donde producciones como "I'll Say She Is" y "Los cuatro cocos" les ganaron el reconocimiento nacional. No fue hasta su transición al cine con Paramount Pictures, comenzando con "Los cuatro cocos" en 1929, que alcanzaron fama internacional. A lo largo de su carrera en el cine, los Hermanos Marx crearon una serie de películas que combinaban sátira, humor absurdo, comedia musical y humor seco, entre ellas destacan "Sopa de ganso" y "Una noche en la ópera".
Aunque Gummo y Zeppo eventualmente se retiraron del acto, los tres hermanos mayores continuaron su carrera en Hollywood, creando algunos de los momentos más icónicos del cine cómico. Groucho, en particular, se convirtió en una figura legendaria por su rápido ingenio y su característico bigote pintado. Fue galardonado con un Oscar honorífico en 1974 por su contribución al mundo del entretenimiento.
La influencia de los Hermanos Marx trasciende generaciones. Fueron maestros de la improvisación y su capacidad para entrelazar la comedia con críticas a la sociedad y la política les ha asegurado un lugar permanente en la historia del cine. Cinco de sus filmes están incluidos en la lista de las 100 mejores comedias del Instituto Estadounidense del Cine, lo que subraya su duradera relevancia y genialidad en el arte de hacer reír.
En sus últimos años, los Hermanos Marx se aventuraron en diferentes proyectos individuales, con Groucho disfrutando de una exitosa carrera en televisión y radio, mientras que Chico y Harpo aparecían ocasionalmente en escenarios de casinos y locales nocturnos. A pesar de sus caminos divergentes, los hermanos dejaron un legado de innovación en la comedia que sigue inspirando a comediantes y artistas hasta hoy.
La historia de los Hermanos Marx no es solo la de un grupo de hermanos que hicieron películas juntos; es una crónica de cómo transformaron el humor y la comedia musical en una forma de arte que desafía las convenciones, haciendo reír a la gente y, al mismo tiempo, haciéndola pensar. Su obra sigue siendo un testimonio de su genialidad y su impacto perdurable en la cultura popular.
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