"Donde Dios no estuvo", escrita por Sonsoles Ónega, es una obra que sumerge al lector en el corazón de un Madrid convulsionado por el terror y la tragedia del 11 de marzo de 2004. A través de una narrativa envolvente y profundamente humana, Ónega teje un mosaico de vidas entrelazadas por el infortunio y la esperanza en medio del caos.
La novela se abre con la figura de un político que ve su futuro en juego a solo tres días de las elecciones generales, dando paso a una periodista que cubre las últimas horas de la campaña electoral. Mientras tanto, una jueza y un fiscal permanecen de guardia, anticipando las complicaciones que el día traerá a la Audiencia Nacional. En un plano más personal, Lucía, una niña inocente, se dispone a encontrarse con su entrenador de baloncesto, sin sospechar que ese día cambiaría su vida para siempre.
En este escenario de múltiples aristas, también conocemos a Saturno, quien cuenta los días para regresar a Cuba con los ahorros de cinco años de esfuerzo en España; a Turia, embarazada y desamparada por un amor no correspondido; y a Laura, una mujer que decide que es el momento de escapar de su realidad. Cada personaje porta sus propias ilusiones y desafíos, sin saber que sus destinos se cruzarían bajo las sombras de un atentado devastador.
La autora logra reconstruir con gran habilidad el contexto y las emociones de un Madrid herido, explorando cómo la vida, con su inquebrantable impulso, sigue adelante a pesar del dolor y la pérdida. Las aceras, los jardines y las fuentes, testigos mudos de la barbarie, se convierten en escenarios donde la vida se retoma, aunque la paz parezca una aspiración lejana.
"Donde Dios no estuvo" es más que una novela sobre un evento trágico; es un testimonio de la resiliencia humana y del poder de las historias individuales que, entrelazadas, forman el tejido de una comunidad. Sonsoles Ónega invita a sus lectores a reflexionar sobre la fragilidad y la fortaleza, el miedo y la esperanza, que coexisten en los momentos más oscuros de nuestra historia.