En "Mi isla", Elísabet Benavent nos transporta a un refugio insular donde Maggie, la protagonista, lleva una vida apacible y retirada del bullicio del mundo exterior. Dueña de una casa de huéspedes y con un huerto que cultiva con sus propias manos, Maggie ha elegido vivir casi siempre descalza, en contacto directo con la naturaleza, intentando olvidar un pasado doloroso que la empujó a refugiarse en ese pedacito de paraíso. Su día a día transcurre entre la simpleza del trabajo y el cuidado de su pequeña isla, hasta que el destino decide intervenir en su tranquila existencia.
Alejandro aparece en la vida de Maggie como un huracán, sacudiendo su firme decisión de renunciar al amor. Él, con sus propios demonios y encantos, logra penetrar las barreras que Maggie había erigido alrededor de su corazón. Juntos, comienzan a explorar una tormenta de sensaciones que Maggie creía olvidadas. Lo que empieza como un encuentro casual pronto se convierte en una conexión profunda, haciendo que Maggie se cuestione si realmente es posible empezar de nuevo después de haber sufrido tanto.
Elísabet Benavent, con su característico estilo que mezcla frescura e ingenio, nos ofrece en "Mi isla" una historia de superación y redescubrimiento. A través de Maggie y Alejandro, la autora explora cómo el pasado puede marcar nuestros pasos futuros, pero también cómo el amor puede convertirse en el faro que guía hacia nuevos horizontes. Este relato, escrito a lo largo de varios años, es un testimonio de amor en sus múltiples formas, mostrando que, a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para la esperanza y la renovación.
Con una narrativa que oscila entre la reflexión introspectiva y el diálogo vibrante, Benavent nos invita a cuestionar nuestros propios miedos y prejuicios. "Mi isla" no es solo una historia de amor, sino una invitación a encontrar nuestro propio lugar en el mundo, ese espacio personal donde podemos ser verdaderamente libres. Aunque algunos lectores encuentren momentos de la trama algo inverosímiles, la novela permanece como un testimonio del talento narrativo de Benavent para tejer historias que resonan con emociones genuinas y personajes profundamente humanos.