Publicado en 1936, "Juan de Mairena: Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo" es una amalgama literaria que desafía la clasificación convencional. Antonio Machado, mediante su heterónimo Juan de Mairena, crea un espacio donde se entrelazan el ensayo, el aforismo y la reflexión filosófica en el marco de un diálogo continuo con sus alumnos imaginarios. Este libro, a caballo entre el diario filosófico y el cuaderno de escritor, ofrece una profunda exploración de temas tan variados como la sociedad, la política, la cultura, el arte y la literatura.
La estructura del texto, que compila artículos previamente publicados en periódicos madrileños como Madrid Ilustrado y El Sol, refleja un espectro de tonalidades que va desde la frivolidad hasta la más seria introspección. Machado, a través de Mairena, se sirve de la sentencia y la paradoja, la erudición y la retórica, para forjar un diálogo que es a la vez erudito y accesible, profundo y entretenido. El libro culmina con un capítulo dedicado a la copla popular, reafirmando el interés de Machado por la voz del pueblo y sus expresiones culturales.
La obra se presenta como un texto apócrifo, en el sentido de que Mairena es un personaje ficticio creado por Machado para distanciarse y reflexionar sobre las realidades de su tiempo de manera más libre y crítica. Machado utiliza esta figura para cuestionar la realidad y sus fundamentos lógicos, explorando la idea de que vivimos en un mundo construido sobre supuestos que podrían ser falsos, una noción que él describe como tanto terrible como consoladora.
La edición de Espasa-Calpe, que recoge estos textos con mínimas enmiendas respecto a su publicación original en prensa, también incluye un apéndice con apuntes inéditos que sirvieron de borrador para la edición definitiva. Este material adicional, fechado entre 1933 y 1934, ofrece una ventana a la evolución del pensamiento de Machado en la gestación de esta obra.
"Juan de Mairena" no solo es un testimonio de la agudeza intelectual de Antonio Machado, sino también una obra que desafía las convenciones literarias y filosóficas de su tiempo. A través de este profesor apócrifo, Machado entrega un legado de reflexiones que continúan provocando al lector moderno a reconsiderar las certezas y las estructuras de su propio entorno.