En "¡Prohibida la ducha!", el escritor Juan Soto Ivars nos introduce en una divertida y revoltosa aventura, dirigida a un público infantil y bellamente ilustrada por María Serrano Casanova. La historia comienza con el inventor Edward Lacoste, quien cansado de las constantes sugerencias de su entorno sobre su higiene personal, decide crear Péstor, un mundo paralelo donde las normas de limpieza son todo lo contrario a las de la Tierra. Allí se muda, pero un descuido deja abierto su laboratorio, permitiendo que un grupo de niños curiosos de la Tierra, incluyendo a los gemelos Juan y Paco, se teletransporten accidentalmente a este inusual universo.
Los niños pronto descubren que Péstor es un lugar donde no solo la suciedad es la norma, sino que también es un sitio lleno de posibilidades y aventuras. Cada uno de ellos encuentra su propio camino: Mar se une a un circo gracias a su fuerza física; Pablo, con su intelecto, toma control de una fábrica de robots; Miguel, el deportista, se embarca en una búsqueda épica para encontrar un fruto mágico que pueda curar a su padre enfermo; y Uma, la meticulosa, se hace de amigos refinados con secretos oscuros. Aunque este mundo parece un paraíso para los niños al principio, pronto se dan cuenta de las complicaciones que conlleva vivir en un lugar sin reglas de higiene.
Los gemelos Juan y Paco enfrentan el reto de reunir a sus amigos y convencerlos de la importancia de regresar a su mundo de origen. A medida que trabajan en su misión, los niños aprenden valiosas lecciones sobre la importancia de la higiene, la responsabilidad y la amistad. Sin embargo, el regreso no será fácil, ya que deben superar obstáculos y resolver problemas que requieren que todos colaboren y usen sus habilidades únicas.
Juan Soto Ivars, conocido por su aguda pluma y su habilidad para conectar con el público infantil, ofrece en "¡Prohibida la ducha!" una narrativa llena de humor, aventura y un sutil mensaje moral. Al mismo tiempo, los nombres de lugares y personajes, como Porcoburgo y Ovopútrex, añaden un toque de diversión y creatividad que seguramente captará la imaginación de los jóvenes lectores. Este libro no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar sobre temas como la convivencia, la aceptación y la educación para la salud, haciéndolo una lectura ideal para niños de 8 a 10 años.
