En "Apología de Sócrates", Platón nos ofrece un vívido retrato de la defensa de Sócrates frente a las acusaciones de corromper a los jóvenes y de impiedad hacia los dioses atenienses. Redactada entre el 393 y el 389 a.C., esta obra no solo intenta exponer los argumentos de Sócrates durante su juicio, sino que también sirve como un elogio post mortem del filósofo por parte de su discípulo Platón. La obra es un elemento crucial dentro del ciclo de diálogos socráticos que caracterizan la producción temprana de Platón.
El texto comienza con Sócrates dirigiéndose al jurado, preocupado por la posibilidad de que ya hayan sido persuadidos por sus acusadores. A lo largo de su defensa, Sócrates, lejos de emplear una retórica ornamental, opta por un lenguaje directo y sencillo, el mismo que usa en el ágora y en sus conversaciones diarias, aunque sus habilidades retóricas no pasan desapercibidas. A pesar de su elocuencia y habilidad para argumentar, Sócrates es finalmente condenado a muerte, decisión que acepta con serenidad, manifestando su preferencia por la virtud sobre la vida misma.
La obra se estructura en tres partes principales: la acusación, donde se presentan y refutan los cargos contra él; la aceptación y la pena, donde Sócrates propone su propia pena alternativa y finalmente es condenado a beber cicuta; y la profecía, en la que predice que sus acusadores sufrirán una reputación negativa por su condena a un hombre justo. Estos segmentos del texto no solo defienden a Sócrates, sino que también critican la práctica judicial de Atenas y la manipulación de la verdad por parte de poderes políticos y sociales.
La "Apología de Sócrates" no es solo un documento histórico, sino una profunda reflexión sobre la filosofía y la integridad moral. Platón utiliza la figura de Sócrates para cuestionar el papel de la filosofía en la sociedad y la naturaleza de la verdad y la justicia. A través de este diálogo, Platón condena la demagogia y la corrupción de los sofistas, quienes distorsionaban el propósito de la filosofía para servir a intereses personales y políticos, contrastándolos con la búsqueda genuina de la verdad que caracterizaba a Sócrates.
En resumen, "Apología de Sócrates" no solo es una defensa de un hombre contra sus acusadores, sino también una defensa de la filosofía como una herramienta para explorar la verdad y cuestionar el statu quo. La obra sigue siendo relevante hoy en día, desafiando a los lectores a considerar cómo las verdades pueden ser manipuladas por aquellos en posiciones de poder y cómo la integridad y la virtud deben prevalecer por encima de todo.