En "Obra completa VI" de Platón, encontramos una de las discusiones más profundas y controvertidas en la historia de la filosofía política. Este volumen incluye el libro VI de "La República", donde Platón, a través de la voz de Sócrates, aborda críticas fundamentales a la democracia y a la multitud utilizando poderosas metáforas como la de la nave y la bestia. Estas imágenes capturan la esencia de la demagogia y cómo la incompetencia y el oportunismo pueden dirigir el curso de un Estado, como marineros inexpertos que toman el timón de una nave sin entender de navegación.
Además, Platón se adentra en complejas cuestiones metafísicas y epistemológicas mediante la alegoría del Sol, que busca clarificar la Idea del Bien, y el pasaje de la línea, que divide el mundo visible del inteligible. Aquí se sitúa la defensa de que el Estado ideal solo puede ser gobernado por filósofos, seres que, por su amor a la verdad y su desinterés por los placeres mundanos, están mejor equipados para liderar justamente. Estos filósofos, argumenta, no solo poseen un profundo conocimiento de las Ideas y la verdadera naturaleza de las cosas, sino que también exhiben un carácter justo y sereno, inmune a los miedos ordinarios como la muerte.
El diálogo se intensifica cuando Adimanto desafía esta idealización del filósofo, señalando la disparidad entre la teoría y la práctica. Los filósofos, sostiene, a menudo son vistos como figuras extrañas e inútiles para las necesidades del Estado. Sócrates responde que esta imagen distorsionada es producto del maltrato que sufren los hombres más razonables dentro del Estado. Él compara la sociedad con una nave mal dirigida y critica a los políticos atenienses, que actúan como marineros ignorantes que se resisten a aprender el verdadero arte de la navegación política.
Finalmente, Sócrates aborda el tema de la corrupción del alma filosófica, atribuyendo su deterioro a una mala educación y a la influencia perniciosa de la multitud. La mayoría, incapaz de reconocer lo Bello en sí, se convierte en un obstáculo letal para el verdadero sabio, mientras que los sofistas, como meros voceros de la multitud, perpetúan esta ignorancia. La trágica ironía es que aquellos filósofos que intentan resistirse o corregir su curso son rápidamente sometidos por la conspiración y los procesos judiciales, un destino que el propio Sócrates conoce demasiado bien.
Este libro no solo es fundamental para entender las bases de la teoría política platónica, sino que también ofrece una crítica penetrante de la estructura social y política que resuena hasta nuestros días, cuestionando la capacidad de las masas para reconocer y valorar la verdadera sabiduría y liderazgo.