Arturo Pérez-Reverte nos entrega en "Una historia de España" una visión personal y poco convencional de los eventos que han moldeado el país a lo largo de los siglos. Compilado a partir de sus columnas en "Patente de corso" del XL Semanal, este libro abarca la historia española desde sus orígenes hasta el final de la Transición, ofreciendo una narración que mezcla humor, ironía y una perspectiva crítica. A lo largo de 91 capítulos más un epílogo, Pérez-Reverte despliega una prosa dinámica que entrelaza lo vulgar con lo lírico, proporcionando un relato que es tanto educativo como entretenido.
El autor no pretende ofrecer un texto histórico convencional, sino más bien una serie de reflexiones personales sobre la historia de España, apoyadas en su vasta experiencia como novelista y periodista. Estos escritos revelan un desencanto con la lucidez histórica, que según Reverte, trae consigo "mucha amargura, mucha soledad y mucha desesperanza". Sin embargo, más allá de la amargura, el libro destaca por su tono desenfadado y muchas veces humorístico, que no teme adentrarse en las paradojas y las ironías de la historia española.
Desde la división tribal de los íberos, pasando por la conquista romana, la caída del Imperio, las invasiones visigodas y árabes, hasta la Reconquista, la era de los descubrimientos y el imperio español, Pérez-Reverte no solo relata los hechos, sino que también se detiene en las anécdotas, las peculiaridades y los personajes que han definido el carácter español. El libro también aborda períodos más recientes como las repúblicas, la Guerra Civil y la Transición, siempre con el objetivo de iluminar aspectos de la historia que son menos conocidos o malinterpretados.
En "Una historia de España", Pérez-Reverte logra una obra que, además de informar, busca entretener y provocar reflexión. Su pluma afilada, cargada de ironía y humor negro, puede que no sea del gusto de todos, especialmente en redes sociales donde el debate puede ser intenso. Sin embargo, este estilo "deslenguado" y directo es precisamente lo que hace que el libro sea una lectura cautivadora y reveladora. Al cerrar la última página, el lector no solo habrá recorrido los episodios clave de la historia de España, sino que también habrá disfrutado de una narrativa rica y estimulante, que desafía las formas tradicionales de contar la historia.
