"El uso de la foto", escrita por Annie Ernaux, es una obra que se adentra en la exploración de la intimidad a través de la lente fotográfica y la narrativa autobiográfica. Publicada en 2018 y traducida por Lydia Vázquez Jiménez, esta obra se desmarca ligeramente de los relatos puramente textuales a los que Ernaux nos tiene acostumbrados, para incluir un elemento visual central: la fotografía.
El libro nace de una práctica compartida entre Ernaux y su pareja, consistente en fotografiar la ropa dispersa por el suelo después de sus encuentros amorosos. Esta necesidad de capturar la escena tal como quedaba, sin alteraciones, refleja un deseo de documentar el momento, de otorgarle una corporeidad que el recuerdo por sí solo no podría sostener. Esta serie de fotografías no solo busca conservar el instante, sino también amplificar la realidad de esos momentos efímeros y placenteros a través de su representación material.
Ernaux establece una interesante conexión entre fotografía y sexualidad. El acto de tomar una foto se convierte en una extensión del deseo; el clic de la cámara, una simulación de este, especialmente cuando es ella quien maneja la cámara, lo que le provoca una excitación comparada con tener un órgano sexual masculino. Este enlace entre visualidad y erótica se convierte en un leitmotiv que recorre toda la obra.
Además de capturar momentos, las fotografías actúan como testigos visuales de la relación. Cada imagen, con sus detalles y sus objetos dispuestos al azar, sirve para reconstruir la historia de la pareja, enlazando pasado y futuro. La estructura del libro refleja esta metodología: cada capítulo comienza con una imagen, seguida de las reflexiones de uno y luego del otro, sobre lo que esa imagen evoca. Este diálogo entre imagen y texto subraya la importancia de la fotografía no solo como memoria visual sino como herramienta para recuperar y analizar recuerdos.
Ernaux también reflexiona sobre la naturaleza emocional de los objetos captados en las fotos. Los zapatos, por ejemplo, aparecen como elementos particularmente emotivos; su disposición en las imágenes habla de la urgencia con la que fueron desechados. A través de estos análisis, la autora profundiza en cómo los objetos inertes pueden adquirir un carácter casi humano en el contexto de los recuerdos y emociones personales.
"El uso de la foto" es más que un libro sobre el amor o la fotografía; es un estudio sobre cómo los momentos fugaces se pueden anclar en el tiempo y cómo los objetos cotidianos pueden servir como vehículos emocionales profundos en la narrativa de nuestras vidas.
