Emily Jane Brontë nació el 30 de julio de 1818 en Thornton, Reino Unido. Fue la quinta de seis hermanos en una familia que pronto enfrentaría la tragedia de perder a la madre, Maria Branwell, en 1821. Su padre, Patrick Brontë, era un párroco anglicano, lo que marcó el ambiente religioso y cultural en el que Emily y sus hermanos crecerían. Tras la muerte de su madre, la familia se trasladó a Haworth, un lugar que se convertiría en el escenario primordial de sus inspiraciones literarias.
La infancia de Emily estuvo marcada por la pérdida y la creatividad. Junto a sus hermanas Charlotte y Anne, y su hermano Branwell, crearon mundos imaginarios como Angria, Gondal y Glass Town. Estos universos ficticios fueron el terreno de entrenamiento para sus futuras obras literarias. Su educación formal fue intermitente; asistió al colegio de Clergy Daughters en Cowan Bridge, pero tuvo que dejarlo tras enfermarse, al igual que sus hermanas, de tuberculosis.
En 1838, Emily comenzó a trabajar como institutriz, lo que le proporcionó experiencias que más tarde influirían en su escritura. Posteriormente, estudió en Bruselas con Charlotte, pero regresó a Inglaterra tras la muerte de su tía. A partir de entonces, Emily se dedicó a administrar el hogar familiar y a cuidar de su hermano Branwell, quien luchaba contra la adicción y cuyas desventuras afectarían profundamente la vida familiar.
La carrera literaria de Emily Brontë tomó un giro decisivo en 1846, cuando, junto a sus hermanas, publicó un volumen de poesía bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell. A pesar de que el libro no fue un éxito comercial, demostró la profundidad y la sensibilidad de Emily como poeta. Sin embargo, fue su novela Cumbres Borrascosas, publicada en 1847, la que la consagraría como una de las grandes escritoras del siglo XIX.
Cumbres Borrascosas es una obra compleja que explora temas de pasión, venganza y destructividad en las relaciones humanas, y fue revolucionaria por su estructura y profundidad psicológica. Aunque inicialmente recibió críticas mixtas, con el tiempo se ha reconocido como una de las grandes novelas de la literatura inglesa, admirada por su intensidad emocional y su innovador diseño narrativo.
La salud de Emily, como la de varios miembros de su familia, fue siempre frágil. Falleció de tuberculosis el 19 de diciembre de 1848 en Haworth, a la edad de 30 años. Su muerte prematura dejó una obra literaria limitada en cantidad, pero de una calidad y poder inmensurable. Emily Brontë es recordada como una figura misteriosa y talentosa cuya única novela, Cumbres Borrascosas, continúa fascinando a lectores y críticos por igual.
Emily Brontë está enterrada en la bóveda familiar de la iglesia de San Miguel y Todos los Ángeles en Haworth, lugar que se ha convertido en un sitio de peregrinación para los amantes de la literatura. Su legado literario, marcado por su innovadora narrativa y profundidad emocional, sigue siendo un testimonio de su genio y su espíritu indomable.
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