Álvaro Cunqueiro Mora nació el 22 de diciembre de 1911 en Mondoñedo, Galicia, en el seno de una familia que fomentó su temprano interés por la cultura y las letras. Hijo de Joaquín Cunqueiro Montenegro y Pepita Mora Moirón, Álvaro creció en un ambiente donde la literatura y la historia gallega eran tema habitual. Desde joven, mostró una inclinación notable por la escritura, creando su primera obra literaria a los diez años.
Su formación académica comenzó en Lugo y continuó en la Universidad de Santiago de Compostela, donde se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras en 1927. Durante sus años universitarios, Cunqueiro se sumergió en el ambiente literario y cultural de Santiago, participando en tertulias y estableciendo amistades con figuras clave del panorama cultural gallego.
La carrera literaria de Cunqueiro tomó impulso con la publicación de su primer poemario, "Mar ao Norde", en 1932. Este fue seguido por "Poemas do sí e non" en 1933 y otros trabajos que consolidaron su reputación como poeta. Sin embargo, su versatilidad como escritor se mostró en su capacidad para abordar diversos géneros, incluyendo la narrativa y el teatro, con obras destacadas como "Merlín e familia" y "As crónicas do Sochantre".
La Guerra Civil Española marcó un período complejo en su vida, durante el cual Cunqueiro se refugió en Ortigueira y se vinculó con el bando franquista a través de su trabajo periodístico. Después del conflicto, se trasladó a Madrid, donde trabajó para el diario ABC y otras publicaciones. En 1946, regresó a Galicia, retomando su colaboración con medios gallegos y consolidando su posición como una de las voces literarias más importantes de la región.
En 1964, Cunqueiro fue aceptado en la Real Academia Gallega, un reconocimiento a su contribución a la literatura gallega. Su obra no solo refleja un profundo conocimiento de la cultura de su tierra, sino también una imaginación desbordante que exploraba temas universales y mitológicos, lo que le valió premios como el Premio Nacional de la Crítica y el Premio Nadal.
Además de su labor literaria, Cunqueiro fue un reconocido cronista y conocedor de la gastronomía, aspecto que influyó en su escritura y en obras como "A cociña galega". Su legado en el periodismo también es notable, con múltiples colaboraciones en importantes periódicos y revistas a lo largo de su carrera.
Álvaro Cunqueiro falleció el 28 de febrero de 1981 en Vigo, pero dejó una marca imborrable en la literatura gallega y española. Su influencia perdura, y en 1991, fue honrado póstumamente con la dedicación del Día de las Letras Galegas, consolidando su estatus como uno de los grandes literatos de Galicia. En su tumba en Mondoñedo, se puede leer el epitafio: "Eiqui xaze alguén, que coa súa obra, fixo que Galicia durase mil primaveras máis", reflejo de su profundo amor y contribución a la cultura gallega.
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