Nacida el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, Suiza, Alfonsina Storni es una de las voces poéticas más destacadas de Argentina y del modernismo literario en español. Desde muy joven, su vida estuvo marcada por desplazamientos y desafíos que moldearon su carácter y su obra. A los cuatro años, su familia regresó a San Juan, Argentina, donde su padre y hermanos mayores habían emigrado anteriormente y establecido una pequeña empresa cervecera.
La familia Storni se mudó a Rosario en 1901, donde la situación económica se volvió precaria y Alfonsina comenzó a trabajar a edad temprana, mostrando su resilencia. Alfonsina se destacó en la escritura desde muy joven; a los 12 años redactó su primer poema, marcado por una profunda sensibilidad hacia temas como la muerte y la melancolía. Tras la muerte de su padre en 1906, Alfonsina se empleó en un taller de gorras, mientras continuaba escribiendo. Su madre se casó nuevamente y se trasladó, mientras Alfonsina decidió estudiar magisterio en Coronda, mostrando su determinación por educarse y progresar.
En 1912, tras mudarse a Buenos Aires, nace su hijo Alejandro, fruto de una relación no matrimonial que la marcó profundamente. En Buenos Aires, trabajó como cajera y comenzó a publicar sus primeros versos en revistas, ganándose un lugar en el ambiente literario. Su obra inicial, 'La inquietud del rosal', fue publicada en 1916, seguida por otros poemarios que exploran el dolor, el amor y la introspección femenina, como 'El dulce daño' y 'Languidez'.
Alfonsina enfrentó numerosos desafíos como madre soltera y escritora en una sociedad conservadora. Sin embargo, su obra y su vida fueron defensas apasionadas de la libertad personal y de la mujer, temas que abordó con profundidad y originalidad en su poesía. En 1920, su obra 'Languidez' recibió el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura, consolidando su reputación como una de las principales poetas argentinas.
Storni también incursionó en el teatro y en conferencias, y su enseñanza en el Teatro Infantil Lavardén refleja su compromiso con las futuras generaciones. Sin embargo, su salud mental y física comenzó a deteriorarse en los años 30, exacerbada por el diagnóstico y tratamiento de un cáncer de mama. Alfonsina Storni eligió terminar su vida el 25 de octubre de 1938 en Mar del Plata, dejando un legado literario profundo y emotivo.
Su obra poética sigue siendo un testimonio de su lucha interna y de su incansable búsqueda de expresión y comprensión en un mundo a menudo hostil a las voces femeninas independientes. Alfonsina Storni es recordada no solo por su contribución a la literatura, sino también por su valiente vida, que desafió las normas de su tiempo y abrió caminos para futuras generaciones de escritoras.
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