Boris Rodolfo Izaguirre Lobo nació el 29 de septiembre de 1965 en Caracas, Venezuela, en el seno de una familia con una profunda inclinación artística y cultural. Su madre, Belén Lobo, era una reconocida bailarina de ballet clásico y danza contemporánea, y su padre, Rodolfo Izaguirre, fue director de la Cinemateca Nacional de Venezuela. Desde muy joven, Boris se vio inmerso en un ambiente donde el arte y la expresión creativa eran parte de la vida cotidiana.
Su carrera en los medios comenzó tempranamente, a los 16 años, escribiendo para el diario El Nacional de Caracas. Esta experiencia temprana marcó el inicio de una larga y fructífera carrera en el periodismo y la televisión. Izaguirre ha colaborado con una variedad de medios impresos y digitales, tanto en Venezuela como en España, país al que se mudó en la década de los noventa y donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. En España, Boris se ha convertido en un rostro familiar en la televisión, participando en programas como "Crónicas marcianas" y "Channel nº 4", y ha seguido colaborando en distintas publicaciones y en radio.
Como escritor, Boris Izaguirre publicó su primera novela, "El vuelo de los avestruces", a los 26 años en Venezuela. Después de mudarse a España, publicó "Azul petróleo" en 1998. Su carrera literaria tomó un impulso significativo cuando su novela "Villa Diamante" fue finalista del prestigioso Premio Planeta en 2007, consolidando su reputación como novelista. Izaguirre también ha explorado el género del ensayo, publicando obras que reflexionan sobre la cultura contemporánea y la sociedad.
En su vida personal, Boris Izaguirre es abiertamente homosexual y ha estado casado con Rubén Nogueira desde 2006. A lo largo de su carrera, no solo ha contribuido al entretenimiento y la cultura a través de su trabajo en televisión y literatura, sino que también ha sido una voz activa en la defensa de los derechos LGBTQ+ en España y Latinoamérica.
Boris Izaguirre es un ejemplo de cómo un comunicador puede influir en múltiples esferas de la cultura popular, desde la literatura hasta la televisión, pasando por el periodismo y el activismo social. Con una carrera que abarca décadas y un estilo inconfundible, Izaguirre sigue siendo una figura prominente en los medios de comunicación hispanohablantes y un destacado representante de la comunidad LGBTQ+.
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