Carlos Bassas del Rey nació el 7 de mayo de 1974 en Barcelona, España. Desde joven mostró un profundo interés por las artes y la comunicación, lo que eventualmente lo llevó a estudiar Periodismo en la Universidad de Navarra. Con una pasión inquebrantable por el cine, Carlos se doctoró en Comunicación Pública con una tesis sobre los orígenes de la crítica cinematográfica en España, lo que cimentó su reputación como un erudito en el campo.
Tras completar su educación, Bassas del Rey se dedicó a la enseñanza, impartiendo cursos de Guion Audiovisual y Dirección-Realización en la Escuela de Imagen y Sonido CTL de Pamplona. Su compromiso con la educación se extendió a la Universidad Pública de Navarra y otros programas, donde educó a futuros profesionales en montaje, edición digital y postproducción de sonido. Su habilidad para combinar la teoría con la práctica lo ha convertido en un educador respetado y querido por sus estudiantes.
Además de su labor docente, Carlos ha tenido una carrera prolífica en el mundo del cine y la literatura. Ha escrito guiones para cortometrajes como El ojo de cristal, Sopa de pollo, y Basajaun, y para largometrajes aclamados como Manual de relojería y Giri, este último ganador del premio al Mejor Guion de largometraje en el Festival Internacional de Cine Negro de Manresa. Su talento también se ha extendido a la crítica cinematográfica, colaborando en diversos medios de prensa, radio y televisión.
Como escritor, Carlos Bassas del Rey se ha destacado en el género de la novela negra, con títulos como El honor es una mortaja y Justo, por el que recibió el Premio Hammett en 2019. Su obra no solo se limita a la ficción para adultos; también ha explorado la literatura infantil y juvenil con la serie Aki Monogatari, ambientada en el Japón feudal, y ha cultivado la poesía japonesa con su libro Mujyokan. 72 haikus y un jisei.
Su interés en la cultura japonesa no se detiene en la literatura, ya que Carlos es también un maestro de bujutsu, enseñando disciplinas como kenjutsu y jojutsu. Esta faceta de su vida refleja la profundidad de su conexión con la cultura japonesa y su dedicación a la enseñanza y la práctica de artes marciales.
Carlos Bassas del Rey ha demostrado ser un creador versátil y un educador apasionado, con contribuciones significativas tanto en el campo del cine como en la literatura. Su obra continua influyendo y inspirando a una nueva generación de escritores y cineastas en España y más allá.
Como persona dedicada a la trasmisión del conocimiento y la cultura, Carlos sigue activo en la organización de eventos literarios y cinematográficos, asegurando que su pasión por el arte siga floreciendo en las comunidades a las que sirve. Su legado es ejemplo de cómo la dedicación y la pasión pueden entrelazarse para crear un impacto duradero en múltiples campos artísticos.
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