Carmen de Burgos

Carmen de Burgos Seguí, conocida por el seudónimo de Colombine, nació el 10 de diciembre de 1867 en Rodalquilar, Almería, España. Su vida temprana estuvo marcada por la educación y cultura que recibió junto a sus hermanos varones, en un ambiente familiar donde su padre, José de Burgos Cañizares, un almeriense con tierras y minas, y su madre, Nicasia Seguí Nieto, propiciaron un entorno de igualdad de oportunidades para todos sus hijos.

A los 16 años, Carmen se casó con Arturo Álvarez y Bustos, un pintor y periodista doce años mayor que ella. La pareja tuvo tres hijos, aunque dos de ellos fallecieron prematuramente. La relación con su esposo, marcada por el maltrato y la infidelidad, llevó a Carmen a tomar la decisión de separarse y mudarse a Madrid, buscando un nuevo comienzo para ella y su hija María. En Madrid, Carmen iniciaría una carrera prolífica y diversa que la consolidaría como una de las figuras más importantes de la cultura española del siglo XX.

Como periodista, Carmen de Burgos rompió barreras al convertirse en la primera mujer corresponsal de guerra en España y en una de las primeras en Europa. Trabajó para importantes diarios como El Globo y ABC, y utilizó diversos seudónimos como Gabriel Luna, Perico el de los Palotes, y otros, para publicar sus trabajos. Su obra periodística se extendió a la denuncia social y la defensa de los derechos de las mujeres, incluyendo la lucha por el sufragio femenino y el divorcio en España.

En su faceta como escritora, Carmen de Burgos fue extremadamente prolífica. Publicó más de 50 historias cortas, muchas de ellas en El Cuento Semanal, y novelas que reflejaban su compromiso con los temas sociales de su tiempo. Entre sus obras más destacadas se encuentran "El tesoro del Castillo", "Senderos de vida" y "Quiero vivir mi vida". Además, escribió ensayos influyentes como "La mujer moderna y sus derechos", en los que abogaba por una mayor igualdad y reconocimiento social para las mujeres.

En el ámbito educativo, Carmen obtuvo su título de maestra y trabajó en varias escuelas, incluyendo la Escuela Normal de Guadalajara y la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. También se dedicó a la enseñanza de personas con discapacidades visuales y auditivas, mostrando su compromiso con los sectores más vulnerables de la sociedad.

Activista incansable, Carmen de Burgos participó en la creación de la Cruzada de Mujeres Españolas en 1920 y presidió la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas. Sus esfuerzos en pro de los derechos de las mujeres y su activismo republicano fueron fundamentales en los avances sociales de la época.

Carmen de Burgos falleció el 9 de octubre de 1932 en Madrid, dejando un legado imborrable en la literatura, el periodismo y la lucha social en España. Su vida y obra continúan siendo objeto de estudio y admiración por su valiente contribución a la cultura y la sociedad españolas del siglo XX.