Dámaso Alonso y Fernández de las Redondas nació en Madrid, España, el 22 de octubre de 1898. Su infancia transcurrió en La Felguera, Asturias, donde su padre trabajaba como ingeniero de minas. Desafortunadamente, su padre falleció cuando Dámaso era aún muy joven, lo que marcó profundamente su vida y obra futura. Posteriormente, completó su educación en Madrid, donde estudió en el Colegio de los Jesuitas de Chamartín y en la Universidad de los Agustinos de El Escorial, formándose en Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid.
Desde sus años de formación, Alonso demostró un profundo interés por la literatura, influenciado por figuras literarias de la época como Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre. Su vida académica estuvo marcada por la tutela de Ramón Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos, y su participación en la Residencia de Estudiantes, donde coincidió con algunos de los nombres más destacados de la vanguardia artística y literaria española, como Federico García Lorca y Salvador Dalí.
Como académico, Dámaso Alonso enseñó lengua y literatura española en diversas universidades tanto dentro como fuera de España, incluyendo prestigiosas instituciones como las universidades de Berlín, Cambridge, Oxford y Columbia. Además, ejerció un papel importante en la difusión y estudio de la filología española, dirigiendo la Revista de Filología Española y la colección Biblioteca Románica Hispánica de la Editorial Gredos. Su labor en la Real Academia Española, donde fue director desde 1968 hasta 1982, fue especialmente notable por su esfuerzo en promover la unidad del español a nivel internacional.
En cuanto a su obra literaria, Dámaso Alonso es reconocido por su contribución a la poesía con obras como "Hijos de la ira" y "Oscura noticia", que reflejan un profundo sentimiento de desolación y crítica ante la realidad de la posguerra española. Su estilo, caracterizado por un "realismo léxico", rompe con las formas tradicionales y abraza una expresión cruda y directa de la emoción y la experiencia humana. Además, su trabajo como crítico literario y filólogo es fundamental para entender la literatura española, especialmente su estudio sobre la obra de Luis de Góngora y la poesía de San Juan de la Cruz.
Dámaso Alonso fue galardonado con numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Nacional de Poesía de España en 1927 y el Premio Miguel de Cervantes en 1978, consolidando su lugar como una de las figuras literarias más importantes del siglo XX en España. Falleció en Madrid el 25 de enero de 1990, dejando un legado perdurable en la cultura y literatura españolas.
Su contribución a la literatura y la filología no solo se recuerda a través de sus escritos, sino también en los espacios dedicados a su memoria, como la sala Dámaso Alonso en la Real Academia Española y la Biblioteca del Instituto Cervantes en Dublín, que lleva su nombre. La vasta colección de obras y objetos personales que donó a la RAE constituye un recurso invaluable para estudiosos y admiradores de su trabajo y su época.
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