Don Juan Manuel nació el 5 de mayo de 1282 en Escalona, un municipio situado en la actual provincia de Toledo, España. Hijo de Manuel de Castilla, hermano del rey Alfonso X el Sabio, y de Beatriz de Saboya, Don Juan Manuel pertenecía a la alta nobleza castellana, siendo nieto de Fernando III el Santo. Tras quedar huérfano de padre en 1283 y de madre en 1290, fue criado bajo la tutela del rey Sancho IV, quien le otorgó el señorío de Villena en reconocimiento a los servicios de su familia.
Desde joven, Don Juan Manuel estuvo involucrado en la política y las luchas de poder de la época. A los doce años ya participaba en campañas militares, y con el tiempo se convirtió en una figura clave durante la minoría de edad de su sobrino, Alfonso XI de Castilla. Durante su vida, Don Juan Manuel acumuló una gran cantidad de títulos y tierras, incluyendo los señoríos de Escalona, Peñafiel y Elche, entre otros. Además, desempeñó roles importantes como mayordomo mayor y adelantado mayor en distintos periodos.
En el ámbito literario, Don Juan Manuel es recordado principalmente por su obra "El Conde Lucanor", una colección de cuentos moralizantes que combinan elementos de la literatura sapiencial. Esta obra, escrita en castellano, constituye uno de los ejemplos más tempranos y significativos de la prosa narrativa medieval en la península ibérica. A través de sus páginas, Don Juan Manuel exploró temas universales como la ética, el poder y el comportamiento humano, utilizando un estilo que mezcla la enseñanza moral con el entretenimiento literario.
Además de "El Conde Lucanor", Don Juan Manuel escribió otras obras importantes como "Libro del caballero y del escudero", "Libro de los estados", y "Libro de la caza", entre otros, donde abordó diversos temas desde la educación de príncipes hasta consejos sobre la cetrería. Su producción literaria refleja una profunda erudición y un firme compromiso con la promoción de la literatura en lengua castellana, en un momento en que el latín todavía dominaba como lengua de cultura.
Don Juan Manuel falleció el 13 de junio de 1348 en Córdoba. Dejó un legado duradero tanto en el campo literario como en el político, siendo reconocido como uno de los escritores más importantes del siglo XIV en España. Sus trabajos no solo proporcionan valiosos insights sobre la cultura y la sociedad de su tiempo, sino que también han influido en generaciones posteriores de escritores y pensadores. Fue sepultado en el Convento de San Pablo de Peñafiel, lugar que había fundado años atrás y donde quiso que reposaran sus restos mortales.
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