Nacido el 7 de agosto de 1942 en Fettercairn, Escocia, Don W. Cruickshank fue un distinguido hispanista y académico cuya vida y obra dejaron una huella indeleble en el estudio de la literatura del Siglo de Oro español. Cruickshank falleció el 8 de agosto de 2021, un día después de celebrar su 79º cumpleaños, en un contexto marcado por la misma pasión por la literatura que definió toda su carrera.
Desde una temprana edad, Cruickshank mostró un profundo interés por las letras y las culturas extranjeras, lo que eventualmente lo llevó a especializarse en literatura española. Su educación superior culminó con estudios avanzados en la Universidad de Santiago de Compostela, donde se sumergió en el estudio de grandes dramaturgos españoles como Pedro Calderón de la Barca y otros exponentes del teatro del Siglo de Oro.
Como académico, Don W. Cruickshank se destacó por su meticuloso análisis de las obras de Calderón de la Barca, sobre quien publicó numerosos estudios críticos que son referencia obligada para cualquier investigador del tema. Entre sus contribuciones más significativas se encuentra "A Calderón Collection in Dr. Steevens' Hospital, Dublin", coautoría con E.M. Wilson, que es un detallado estudio sobre una colección de obras de Calderón conservadas en Dublín. Además, Cruickshank publicó "Literature and the Book Trade in Golden-Age Spain", un análisis profundo sobre la interacción entre la literatura y el comercio de libros en España durante el siglo XVII.
Su habilidad para discernir detalles minuciosos en los textos antiguos no solo le ganó el respeto de sus colegas, sino que también lo convirtió en un colaborador indispensable en proyectos de edición crítica. Participó activamente en la edición de textos y en la resolución de problemas ecdóticos relacionados con la imprenta y la publicación de obras en la Sevilla del siglo XVII, como se evidencia en su trabajo "Some Notes on the Printing of Plays in Seventeenth-Century Seville".
Más allá de su rigor académico, Don W. Cruickshank era conocido por su generosidad intelectual y su disposición a compartir su vasto conocimiento con colegas y estudiantes. Esta generosidad se reflejaba tanto en su participación en congresos y seminarios como en su rol de mentor para las nuevas generaciones de hispanistas.
La vida de Cruickshank también estuvo marcada por su profundo amor por la naturaleza y la buena mesa, facetas que disfrutaba durante sus estancias en España, donde solía pasar los veranos en su casa de Alicante. Su aprecio por la cultura española iba más allá de lo académico, involucrándose profundamente con la vida local y sus tradiciones.
La figura de Don W. Cruickshank ha sido reconocida en numerosos homenajes y publicaciones especializadas, incluyendo un número especial del Bulletin of Spanish Studies dedicado a su carrera y legado. Su obra no solo enriqueció el campo de los estudios hispánicos, sino que también fortaleció los puentes culturales entre Escocia y España.
La partida de Don W. Cruickshank dejó un vacío en el mundo académico, pero su legado perdura en sus escritos, en la inspiración que continúa ofreciendo a quienes estudian el Siglo de Oro español, y en el recuerdo de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y aprender de él.
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