Epicteto nació en el año 55 en Hierápolis de Frigia, una región que hoy pertenece al sudoeste de Turquía. Desde su infancia, fue llevado a Roma como esclavo, propiedad del liberto Epafrodito, quien había sido secretario del emperador Nerón. En esta etapa de su vida, bajo la influencia de su dueño, Epicteto comenzó a estudiar filosofía, específicamente con el filósofo estoico Musonio Rufo, lo cual marcó profundamente su pensamiento y su futuro.
Tras obtener la libertad, cuya fecha exacta es incierta, la vida de Epicteto tomó un giro significativo. Se encontró en medio de un decreto del emperador Domiciano que, alrededor del año 93, exilió a todos los filósofos de Roma. Epicteto se trasladó entonces a Nicópolis, en el noroeste de Grecia, donde fundó su propia escuela filosófica. Esta escuela atrajo a muchos estudiantes nobles, incluyendo a Flavio Arriano, quien más tarde se convertiría en un respetado historiador y conservaría las enseñanzas de Epicteto en textos que han perdurado hasta nuestros días.
La vida del filósofo se caracterizó por una simplicidad extrema. No se casó y vivió de manera austera, aunque en su vejez compartió su hogar con una mujer que le ayudó a cuidar al hijo de un amigo fallecido. A pesar de su condición inicial como esclavo, Epicteto ganó gran reconocimiento y respeto durante su vida, llegando a ser comparado con figuras filosóficas de la talla de Platón.
En cuanto a su obra, Epicteto nunca escribió sus pensamientos; fueron sus discípulos, principalmente Flavio Arriano, quienes aseguraron que su legado filosófico no se perdiera. Arriano compiló las enseñanzas de su maestro en obras como el Enquiridión (Manual) y las Disertaciones, que se centran principalmente en la ética estoica. Estos textos subrayan la importancia de la virtud, la razón y la vida conforme a la naturaleza, promoviendo una existencia guiada por la autodisciplina y el autoexamen.
La filosofía de Epicteto enfatiza la necesidad de distinguir entre lo que está en nuestro poder cambiar y lo que no lo está. Predica que la verdadera libertad proviene de aceptar lo que no podemos controlar y trabajar en mejorar nuestro propio carácter y reacciones. A través de su enseñanza, buscó inculcar en sus alumnos la capacidad de vivir una vida virtuosa independientemente de las circunstancias externas.
Epicteto falleció en el año 135 en Nicópolis, dejando un legado filosófico que ha influenciado a innumerables individuos a través de los siglos. Su enfoque práctico hacia la filosofía estoica sigue siendo relevante en la actualidad, enseñando a las personas a enfrentar los desafíos de la vida con integridad y resiliencia.
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