Epicuro

Epicuro de Samos, nacido en el año 341 a. C. en la isla de Samos, Grecia, fue un influyente filósofo antiguo que fundó la escuela del epicureísmo. Su filosofía se centró en la búsqueda de la felicidad a través del hedonismo racional y el atomismo. Hijo de Neocles y Querestrata, Epicuro creció en un ambiente donde la filosofía era valorada, lo que influyó en su temprano interés por el conocimiento y la educación.

Desde joven, Epicuro mostró un gran interés por la filosofía, una pasión que le llevó a estudiar con diversos maestros, entre ellos Nausífanes, quien introdujo al joven Epicuro en el atomismo. A los dieciocho años, se trasladó a Atenas para realizar el servicio militar, un periodo que también aprovechó para profundizar en su educación filosófica. Tras su paso por el ejército, Epicuro comenzó a enseñar en Colofón y posteriormente en Mitilene y Lámpsaco, donde desarrolló las bases de su pensamiento filosófico y formó un grupo de seguidores leales.

Su regreso a Atenas en el 306 a. C. marcó el inicio de su escuela conocida como "El Jardín", que se distinguía de otras escuelas filosóficas de la época por su apertura a mujeres y personas de diferentes estratos sociales. Epicuro enseñaba que la finalidad de la vida es alcanzar la felicidad, que se logra mediante la eliminación del miedo y la búsqueda de placeres sencillos y moderados. Argumentaba que el miedo a los dioses y a la muerte eran obstáculos para la felicidad y que la filosofía debía ayudar a superarlos.

En su vasta obra escrita, que incluye más de 300 títulos, Epicuro abordó temas que iban desde la ética y la física hasta la epistemología, aunque la mayoría de sus escritos se han perdido y solo conocemos su pensamiento a través de citas y referencias de otros autores como Lucrecio y Diógenes Laercio. Sus tres cartas principales, dirigidas a Heródoto, Pítocles y Meneceo, resumen sus ideas sobre la física, la cosmología y la ética, respectivamente.

Epicuro falleció en Atenas en el año 270 a. C., a la edad de 71 años, dejando un legado filosófico que ha perdurado a través de los siglos. Su filosofía influyó en numerosos pensadores posteriores y continúa siendo objeto de estudio y admiración en el mundo contemporáneo por su enfoque en la búsqueda racional de la felicidad y su desafío a las convenciones religiosas y filosóficas de su tiempo.