Erasmo de Rotterdam

Erasmo de Rotterdam, nacido en Rotterdam el 28 de octubre de 1466 y fallecido en Basilea el 12 de julio de 1536, fue un destacado humanista, filósofo, filólogo y teólogo neerlandés. Su nombre completo en latín, Desiderius Erasmus Roterodamus, refleja su lugar de origen, que incorporó a su nombre, siguiendo la costumbre erudita de la época.

Erasmo nació de una relación ilícita entre un sacerdote y la hija de un médico, lo que marcó su vida y obra con un carácter de rebeldía frente a las estructuras eclesiásticas establecidas. Desde temprana edad, fue enviado a la escuela de los Hermanos de la Vida Común en Deventer, donde recibió una educación que enfatizaba el estudio personal de la Biblia y los clásicos latinos.

Su formación académica continuó en el monasterio agustiniano de Steyn, donde fue ordenado sacerdote en 1492. Posteriormente, estudió en la Universidad de París, donde se sintió cada vez más atraído por el humanismo, un movimiento que abogaba por el retorno a las fuentes clásicas y criticaba la escolástica dominante en la educación universitaria de su tiempo.

Erasmo desarrolló una vasta obra literaria, escribiendo y editando textos sobre una gran variedad de temas. Sus contribuciones más notables incluyen la edición crítica del Nuevo Testamento en griego, que publicó en 1516, y su famoso libro "Elogio de la locura" (1511), una sátira mordaz de las supersticiones y la corrupción en la Iglesia. Su trabajo en el Nuevo Testamento fue particularmente influyente, ya que proporcionó una base textual más sólida para las traducciones bíblicas y fomentó un enfoque más crítico y filológico de los textos sagrados.

Además de su labor como teólogo y filólogo, Erasmo escribió extensamente sobre educación, ética y religión, defendiendo una fe centrada en la moralidad personal y un cristianismo despojado de rituales y jerarquías eclesiásticas. Sus "Adagios", una colección de proverbios clásicos, y sus "Coloquios", diálogos sobre temas morales y religiosos, fueron también enormemente populares y ampliamente leídos en toda Europa.

A pesar de sus críticas a la Iglesia, Erasmo nunca se unió a la Reforma Protestante, prefiriendo una posición de reforma desde dentro de la Iglesia Católica. Esta postura le valió críticas tanto de reformadores protestantes como de defensores de la ortodoxia católica. No obstante, su compromiso con una religión basada en la razón y la ética personal lo convirtió en una figura central en el desarrollo del pensamiento europeo y en la transición del medieval al pensamiento moderno.

Erasmo falleció en 1536 en Basilea, ciudad donde había encontrado refugio tras las tensiones religiosas en otros lugares de Europa. Su legado perdura como un símbolo del humanismo renacentista y su búsqueda incansable de un cristianismo más auténtico y menos dogmático. Su obra sigue siendo un testimonio de la lucha por la libertad intelectual y la reforma religiosa en un período de profundas transformaciones sociales y religiosas en Europa.