Fidencio González Montes

Fidencio González Montes nació en Poza Rica, Veracruz, el 10 de junio de 1954. Su vida temprana transcurrió en un ambiente que poco presagiaba el futuro literato que llegaría a ser. Estudió Periodismo y Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo que marcó el inicio de su carrera en las letras y su incansable exploración de la cultura mexicana.

Desde sus primeros pasos como colaborador en publicaciones como El Gallo Ilustrado, El Universal y Excélsior, Fidencio demostró un profundo interés por la narrativa y el ensayo, especialmente centrados en la vida cotidiana de los estratos populares de la Ciudad de México. Su escritura, impregnada del lenguaje y las vivencias de estos sectores, reflejaba una crítica aguda hacia las estructuras sociales que perpetuaban la desigualdad y la marginación.

A lo largo de su carrera, González Montes fue reconocido con numerosos premios y distinciones que afirmaron su relevancia en el panorama literario hispanoamericano. En 1982, obtuvo el Premio Hispanoamericano de Cuento INBA por "Los sonámbulos del bello infierno", una obra que consolidó su reputación como cuentista. Otros reconocimientos incluyen el Primer lugar del II Concurso Nacional de Cuento Ciudad de Durango en 1997 y el Premio Nacional de Cuento de la Bienal de Yucatán en 2007, lo que subraya la consistencia y la calidad de su trabajo a lo largo de los años.

Su obra abarca tanto la narrativa para adultos como para niños y jóvenes, mostrando su versatilidad como escritor. Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran "Zonámbulos del bello infierno" (1985), "Arqueros que apuntan al sol" (1988), y "Trágico a medias" (1999). Además, su inclinación hacia la literatura juvenil se refleja en títulos como "La última vida de un gato y otras historias" (2000) y "El ritual de la banda" (2010), este último galardonado con el Premio Gran Angular en 2010.

A pesar de los desafíos personales, incluyendo una larga lucha contra el alcoholismo que lo alejó temporalmente del ámbito literario, Fidencio retomó su pasión por la escritura con renovado vigor, inspirando a nuevas generaciones a través de su enseñanza y su obra. Su legado literario se enriquece con contribuciones inéditas y una novela voluminosa que permanecen como testimonio de su prolífica carrera.

Fidencio González Montes falleció el 4 de julio de 2012 en la Ciudad de México, dejando tras de sí un impresionante cuerpo de trabajo que sigue siendo estudiado y admirado por lectores y críticos. Su vida y obra permanecen como pilares fundamentales en la literatura mexicana contemporánea, evidenciando la capacidad del arte para reflejar, criticar y transformar la sociedad.