Han Kang nació el 27 de noviembre de 1970 en Gwangju, República de Corea. Desde una edad temprana, Han se encontró inmersa en un ambiente culturalmente rico, siendo hija del novelista Han Seung-won. A los once años, su familia se mudó a Seúl, donde ella continuaría su educación y eventualmente se adentraría en el mundo literario.
Estudió literatura coreana en la Universidad Yonsei, una de las instituciones más prestigiosas de Corea. Tras su graduación, Han Kang exploró brevemente el periodismo, trabajando para revistas como Publishing Journal y Samtoh. Sin embargo, su pasión por la escritura la llevó a debutar en el campo literario con su relato "El ancla escarlata".
La carrera de Han Kang tomó un rumbo decisivo hacia la ficción, con una serie de obras que la establecieron como una de las voces más distintivas y penetrantes de la literatura coreana contemporánea. En 1995, publicó su primera obra, "El amor en Yeosu", que fue bien recibida por su narrativa precisa y firme. A lo largo de los años, Han ha publicado varias colecciones de cuentos y novelas, entre ellas "El fruto de mi mujer", "Caja de lágrimas" y "El diseño amarillo de la eternidad".
Sin embargo, fue su novela "La vegetariana" (2007) la que le otorgó reconocimiento internacional. La obra, que se compone de tres relatos interconectados —"La vegetariana", "La mancha mongólica" y "Los árboles en llamas"— explora la vida de una mujer que decide convertirse en vegetariana, un acto que desencadena una serie de eventos catastróficos y revela las tensiones y las violencias subyacentes en su vida y en su familia. Inspirada en parte por el poeta Yi Sang, Han Kang utiliza esta narrativa para cuestionar la identidad, la conformidad y la violencia inherentes en la sociedad contemporánea.
Este libro no solo fue un éxito en Corea sino que también capturó la atención de la audiencia internacional, lo cual se evidenció cuando Han ganó el prestigioso Premio Man Booker International en 2016. La traducción al inglés de "La vegetariana" ha permitido que la obra de Han Kang cruce fronteras, y desde entonces, sus libros han sido traducidos a múltiples idiomas, incluyendo el español, japonés y francés.
Además de "La vegetariana", Han Kang ha recibido numerosos otros premios, como el Premio de Novela Coreana por "El niño Buda" en 1999, el Premio Yi Sang por su cuento "La mancha mongólica" en 2005, y el premio Dong-in por "Pelea de aliento" en 2010. Su compromiso con la literatura también se refleja en su labor docente en el Instituto de las Artes de Seúl, donde enseña Creación Literaria.
La obra de Han Kang se caracteriza por su profundidad emocional y su exploración audaz de los temas más oscuros y complejos de la condición humana. A través de su escritura, Han continúa desafiando a sus lectores a examinar las profundidades de sus propias psiques y las estructuras sociopolíticas en las que viven. Con cada libro, Han Kang no solo narra una historia; ella incita un dialogo que resuena mucho más allá de las páginas de sus obras.
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