Ingmar Bergman

Ernst Ingmar Bergman nació el 14 de julio de 1918 en Upsala, Suecia. Hijo de un pastor luterano, Erik Bergman, y Karin Åkerblom, su infancia estuvo profundamente marcada por un ambiente religioso estricto, lo que influiría notablemente en su obra futura. Bergman relataría más tarde cómo los conceptos de pecado, confesión y castigo formaron una parte fundamental de su educación, elementos que se reflejarían en sus películas.

Después de completar su educación secundaria, Bergman se trasladó a Estocolmo, donde estudió en la Universidad de Estocolmo, obteniendo títulos en literatura e historia del arte. Durante sus años universitarios, comenzó a explorar el teatro y el cine, medios que luego utilizaría para expresar sus inquietudes artísticas y existenciales.

La carrera de Bergman en el cine comenzó en la década de 1940, trabajando inicialmente como guionista. Su primer guion que llegó a la gran pantalla fue para la película "Tortura" (Hets, 1944), dirigida por Alf Sjöberg. Poco después, Bergman tuvo la oportunidad de dirigir su propia película, "Crisis" (Kris, 1946), marcando el inicio de una de las carreras directoriales más influyentes del siglo XX.

Durante las décadas siguientes, Bergman creó algunas de las obras más icónicas del cine mundial. Su filmografía incluye títulos como "El séptimo sello" (Det sjunde inseglet, 1957), "Fresas salvajes" (Smultronstället, 1957), y "Persona" (1966). Estas películas no solo demostraron su habilidad para explorar profundos temas existenciales y psicológicos, sino que también establecieron su reputación como un maestro en el uso de simbolismos y en la exploración de la condición humana.

Bergman también fue reconocido por su trabajo en el teatro, dirigiendo numerosas producciones que fueron aclamadas tanto en Suecia como internacionalmente. En el cine, su capacidad para dirigir actores se manifestó en colaboraciones memorables con algunos de los más grandes talentos escandinavos, incluyendo a Max von Sydow, Bibi Andersson, y Liv Ullmann.

En el plano personal, Bergman tuvo una vida amorosa compleja y fue padre de nueve hijos. Sus matrimonios y relaciones personales, a menudo tumultuosas, también influyeron en los temas de sus películas, especialmente en la exploración de las relaciones interpersonales y los conflictos familiares.

Entre sus muchos reconocimientos, Bergman recibió múltiples Premios Óscar, incluyendo Mejor Película de Habla No Inglesa por "El manantial de la doncella" (Jungfrukällan, 1960), "Como en un espejo" (Såsom i en spegel, 1961) y "Fanny y Alexander" (Fanny och Alexander, 1982). Este último, ampliamente considerado su testamento cinematográfico, combina elementos autobiográficos con su característica profundidad filosófica y estética.

Ingmar Bergman falleció el 30 de julio de 2007 en la isla de Fårö, Suecia, dejando un legado imborrable en el mundo del cine y el teatro. Sus películas continúan siendo estudiadas, veneradas y apreciadas por nuevas generaciones de cineastas y aficionados al cine en todo el mundo.