Ismail Kadaré nació el 28 de enero de 1936 en Gjirokastra, una ciudad montañosa del sur de Albania conocida también como Argirocastro. Desde joven, Kadaré estuvo expuesto a un ambiente cultural rico y diverso, gracias a su familia de funcionarios modestos y musulmanes laicos de la secta bektashi. Aunque su padre, Halit Kadare, era conservador, sus tíos eran intelectuales comunistas con una extensa biblioteca, lo que influyó profundamente en su formación.
La infancia de Kadaré estuvo marcada por la turbulencia de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual Gjirokastra fue ocupada por fuerzas italianas, griegas, albanesas reaccionarias y nazis alemanas, antes de ser liberada por los partisanos albaneses. Estos eventos y su contexto histórico se reflejarían más tarde en muchas de sus obras literarias. Tras la guerra, Kadaré continuó su educación en Tirana, donde estudió Lenguas y Literatura en la Facultad de Historia y Filología, graduándose en 1956. Profundizó su formación en el Instituto de Literatura Maksim Gorki en Moscú, regresando a Albania en 1960 tras la ruptura de relaciones entre Albania y la Unión Soviética.
En Albania, Kadaré inició su carrera como periodista y editor, participando activamente en la vida cultural del país. Su primera novela, "El general del ejército muerto", publicada en 1963, le valió un reconocimiento temprano tanto dentro como fuera de Albania. La obra, que explora las secuelas de la guerra y la búsqueda de identidad en un contexto post-conflicto, fue la primera de muchas que le establecerían como una voz crítica y reflexiva en la literatura europea.
Kadaré no se limitó a la narrativa; su producción literaria también incluyó poesía y ensayo. Sin embargo, fueron sus novelas las que capturaron la atención internacional, muchas de ellas con fuertes alegorías políticas y críticas al totalitarismo. Obras como "El palacio de los sueños" y "Abril quebrado" son consideradas clásicos modernos, explorando temas de opresión, historia y la complejidad de la psique humana.
A pesar de las restricciones del régimen comunista albanés, que en muchos aspectos imitaba la represión estalinista, Kadaré utilizó su ingenio para tejer críticas al gobierno en sus historias. En 1990, se exilió en Francia, citando la incompatibilidad entre la dictadura y la literatura auténtica. Sin embargo, regresó a Albania en 1999, continuando su labor literaria y política.
El compromiso de Kadaré con su país y su cultura fue reconocido a nivel mundial a través de numerosos premios, incluidos el Premio Booker Internacional y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. A lo largo de su vida, fue candidato en varias ocasiones al Premio Nobel de Literatura, destacando su posición como uno de los literatos más importantes de Europa.
Ismail Kadaré falleció el 1 de julio de 2024 en Tirana, Albania, a la edad de 88 años, debido a un infarto agudo de miocardio. Su legado literario, profundamente arraigado en la historia y mitología de los Balcanes, sigue siendo una fuente esencial para entender no solo la historia de Albania, sino también la naturaleza del poder y la resistencia humana frente a la opresión.
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