Joan Fuster

Juan de la Cruz Fuster Ortells, conocido como Joan Fuster i Ortells, nació el 23 de noviembre de 1922 en Sueca, Valencia, en una familia de origen agrícola que se apartó de esta tradición cuando su padre, Juan Fuster Seguí, se convirtió en tallista de imágenes y profesor de dibujo. Además de su labor artística, fue el primer alcalde franquista de Sueca, marcando un precedente político en la familia que influiría en la vida y obra de Fuster.

Desde joven, Fuster mostró un profundo interés por la literatura y la política. A pesar de sus primeras afiliaciones a movimientos de derecha durante su juventud, su pensamiento evolucionó significativamente con el tiempo. Estudió Derecho en la Universidad de Valencia, pero fue su autodidactismo lo que lo llevó a convertirse en un crítico literario y columnista reconocido. Su primer artículo en valenciano, "Vint-i-cinc anys de poesia valenciana", marcó el inicio de su compromiso con la lengua y cultura valenciana.

Joan Fuster se destacó principalmente como ensayista, aunque también exploró géneros como la poesía y el aforismo. Entre sus obras más influyentes se encuentra "Nosaltres, els valencians" (1962), un ensayo que propone una reflexión sobre la identidad valenciana y su relación con los territorios de habla catalana. Este libro se convirtió en un referente en el estudio de la cultura valenciana y catalana, y estableció a Fuster como un intelectual clave en el panorama cultural del siglo XX.

Además de su labor literaria, Fuster fue un activista por los derechos lingüísticos y un crítico agudo de la política y sociedad de su tiempo. Su carrera estuvo marcada por la polémica y no estuvo exenta de adversidades, incluyendo atentados terroristas de grupos anticatalanistas, que evidenciaron la división social y política en la España de la época.

Fuster también contribuyó al ámbito académico como profesor y fue miembro de varias instituciones culturales y lingüísticas. Su trabajo no solo abarcó la crítica y la teoría literaria, sino también la historia y la filosofía, campos en los que dejó una profunda huella que aún perdura.

El legado de Joan Fuster sigue vivo a través de sus textos y el impacto que tuvo en la cultura catalana y valenciana. Falleció el 21 de junio de 1992 en su ciudad natal, Sueca, donde es recordado como uno de los pensadores más importantes de su tiempo y un defensor incansable de la lengua y cultura catalana.