John Steinbeck

John Ernst Steinbeck, Jr., nacido el 27 de febrero de 1902 en Salinas, California, fue un destacado novelista estadounidense, cuya obra profundiza en las vidas y preocupaciones de los trabajadores comunes, y que le valió el Premio Nobel de Literatura en 1962. Hijo de John Steinbeck y Olive Hamilton, su infancia y juventud transcurrieron en un entorno rural, lo que más tarde influiría significativamente en su obra literaria.

Desde joven, Steinbeck mostró un fuerte interés por la escritura y trabajó en diversos oficios para sostenerse, incluido el de corresponsal de guerra. Aunque asistió a la Universidad de Stanford, nunca completó su grado, optando en su lugar por perseguir su pasión por escribir a tiempo completo. Durante su estancia en Nueva York, trabajó brevemente en la construcción del Madison Square Garden y como periodista, aunque no encontró éxito inmediato.

Steinbeck regresó a California y se casó con Carol Henning en 1930. El matrimonio se estableció en Pacific Grove, donde Steinbeck comenzó a recibir reconocimiento literario. Su carrera despegó con obras como Tortilla Flat y De ratones y hombres, pero fue Las uvas de la ira (1939), una novela sobre una familia desplazada durante la Gran Depresión, la que consolidó su reputación, ganando el Premio Pulitzer en 1940.

Otras obras importantes incluyen Al este del Edén y La perla. A través de su escritura, Steinbeck exploró temas de justicia social y la lucha humana contra circunstancias adversas, a menudo inspirándose en su propio entorno y experiencias en California.

Además de su prolífica carrera literaria, Steinbeck sirvió como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial y fue un crítico vocal de la injusticia social. Su obra continuó evolucionando hasta su última novela, El invierno de nuestro descontento, publicada en 1961.

John Steinbeck falleció el 20 de diciembre de 1968 en Nueva York a causa de insuficiencia cardíaca y enfermedad cardiovascular. Su legado como uno de los grandes narradores de la experiencia estadounidense sigue siendo relevante y sus libros continúan siendo estudiados y apreciados por nuevas generaciones en todo el mundo.

Las contribuciones de Steinbeck a la literatura le valieron un lugar permanente en el canon literario estadounidense, y su habilidad para capturar la esencia de la lucha humana lo convierte en un cronista esencial de su tiempo. A través de su extensa obra, Steinbeck dejó una marca imborrable en la literatura mundial, destacándose como un maestro del realismo y un defensor incansable de la justicia social.