Julio Llamazares

Julio Alonso Llamazares nació el 28 de marzo de 1955 en el desaparecido pueblo de Vegamián, León, España. Poco tiempo después de su nacimiento, su familia se trasladó a Olleros de Sabero, debido a que Vegamián fue inundado para construir el embalse del Porma. Su padre, Nemesio Alonso, era maestro nacional, y su entorno familiar y las circunstancias de su infancia han influido notablemente en su obra literaria.

Estudió Derecho, aunque nunca llegó a ejercer como abogado, decantándose en cambio por el periodismo. Llamazares ha trabajado en varios medios escritos, así como en radio y televisión, y actualmente reside en Madrid. Su carrera como escritor comenzó en 1983 con la redacción de su primera novela, "Luna de lobos", publicada en 1985, que lo catapultó a la escena literaria española al ser finalista del Premio Nacional de Literatura.

Julio Llamazares es un escritor versátil que ha explorado múltiples géneros literarios. Su obra abarca la poesía, la novela, el ensayo, y el cuaderno de viaje. Entre sus obras más destacadas se encuentran "La lluvia amarilla" (1988), que también fue finalista del Premio Nacional de Literatura, y que narra el abandono de un pueblo del Pirineo de Huesca a través de un emotivo monólogo del último habitante. Este libro es un reflejo de la temática recurrente en su obra: la desolación, la memoria y el paisaje como testigo del tiempo.

En la literatura de viajes, Llamazares ha destacado con "El río del olvido" (1990), donde recorre a pie la ribera del Curueño, río de su infancia, ofreciendo una visión poética y personal del paisaje que tanto ha marcado su vida y su escritura. Su capacidad para describir meticulosamente el entorno y transmitir la atmósfera de los lugares es notable en toda su obra, incluyendo "Tras-os-Montes" (1998) y "Las rosas del sur" (2018).

Como poeta, Julio Llamazares comenzó con "La lentitud de los bueyes" (1979) y confirmó su voz poética con "Memoria de la nieve" (1982), que recibió el Premio Jorge Guillén. Aunque ha dejado de escribir poesía, él mismo se sigue considerando poeta, lo cual se refleja en el lirismo de su prosa.

En el cine, Llamazares ha trabajado como guionista en varios proyectos, destacándose "Flores de otro mundo" (1999), dirigida por Icíar Bollaín. Este aspecto de su carrera subraya su habilidad para contar historias no solo a través de las palabras impresas, sino también mediante imágenes visuales.

Julio Llamazares ha sido reconocido con diversos premios a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Antonio González de Lama (1978) y el Premio Ícaro (1983). Su obra ha sido apreciada tanto a nivel nacional como internacional, y su estilo distintivo y su compromiso con los temas de la memoria y el paisaje lo establecen como una voz importante en la literatura contemporánea española.