Lluís Llach i Grande nació el 7 de mayo de 1948 en Gerona, España. Hijo de un médico y una maestra, Llach creció en un ambiente familiar marcado por la posguerra española. Aunque su familia paterna estaba vinculada al carlismo, Llach se distanciaría de estas ideas en su juventud, abrazando ideales más progresistas y catalanistas. Su infancia en el pequeño pueblo de Verges y su educación en Figueras y Barcelona moldearon su perspectiva del mundo y su sensibilidad artística.
Inició su carrera musical en 1967, integrando el movimiento de la Nova Cançó catalana, un colectivo de músicos que usaban la música como forma de protesta contra la represión franquista y como medio para reivindicar la identidad catalana. Llach se destacó rápidamente con canciones como "L'Estaca", que se convertiría en un himno de resistencia y solidaridad, trascendiendo fronteras y siendo adaptada por movimientos sociales en varios países.
La carrera de Llach no estuvo exenta de desafíos. Durante la dictadura de Franco, enfrentó censura y represión, lo que lo llevó a un exilio temporal en París. A pesar de las dificultades, su música ganó popularidad y sus discos se vendieron ampliamente, consolidándolo como uno de los cantautores más importantes de la música catalana y española.
Con el retorno de la democracia a España, Llach continuó su carrera artística, pero también comenzó a involucrarse más activamente en política. En 2015, dio un paso significativo al unirse a la coalición Junts pel Sí, con la que fue elegido diputado del Parlamento de Cataluña. Desde entonces, ha sido una voz activa en el debate sobre la independencia de Cataluña, posición que ha mantenido incluso después de su retiro de la música en 2007.
Además de su carrera musical y política, Llach ha explorado la literatura, publicando varias novelas que han sido bien recibidas por la crítica y los lectores. Sus obras reflejan su compromiso con la justicia social, la memoria histórica y la identidad catalana, temas que han permeado su música y su activismo político.
En resumen, Lluís Llach i Grande no solo ha dejado una marca indeleble en la música, sino también en la cultura y política de Cataluña y España. A través de su arte y su compromiso cívico, ha sido una figura clave en la lucha por la libertad y la autodeterminación catalana, manteniendo su relevancia y respeto tanto en el ámbito artístico como en el político.
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