Luis Carandell Robusté nació el 24 de febrero de 1929 en Barcelona, España. Hijo de Joan Carandell i Marimon y Josefina Robusté Rosés, Luis fue el mayor de siete hermanos. Durante la Guerra Civil Española, su familia se trasladó a varios lugares, incluyendo Francia y diversas ciudades españolas, antes de regresar a Barcelona en 1939. En 1947, se mudó a Madrid para estudiar Derecho, aunque su verdadera pasión siempre fue el periodismo, carrera que comenzó formalmente en 1952.
Carandell se consideraba un periodista de oficio más que de formación y comenzó su trayectoria en el periodismo colaborando con El Correo Catalán, para luego pasar a El Noticiero Universal. Su carrera tomó un cariz internacional cuando se convirtió en corresponsal en varios países como Japón, Israel, Egipto, Tailandia, Singapur, Ceilán y la Unión Soviética. Durante su estancia en Japón, residió tres años y colaboró con el Diario de África, de Tetuán.
A lo largo de los años, Carandell escribió en publicaciones destacadas como Triunfo, Informaciones, y Cuadernos para el diálogo, utilizando en ocasiones seudónimos como 'Antonio Pintado García'. Su trabajo en Cuadernos para el diálogo fue particularmente notable durante la Transición Española, donde se desempeñó como un agudo cronista parlamentario. En televisión, trabajó en TVE, donde presentó el Telediario y otros programas culturales. También fue un regular colaborador en radio, participando en programas en Radio Nacional de España y Cadena Ser.
Además de su labor periodística, Carandell fue un prolífico escritor y autor de numerosos libros, destacándose por su obra "Celtiberia Show", que recopila de forma humorística y crítica varios aspectos de la España de su tiempo. Otros libros notables incluyen "Vivir en Madrid" y "El show de sus señorías", una compilación de anécdotas parlamentarias.
En su vida personal, Luis Carandell se casó en 1955 con Eloísa Jäger Pulido y tuvo dos hijas, Eugenia y Zoraida. Fue un amante de la cultura y fundó la tertulia en la "Taberna del Alabardero" en Madrid, que se convirtió en un espacio de encuentro importante para intelectuales y artistas de la época.
Luis Carandell falleció el 29 de agosto de 2002 en Madrid, a los 73 años, debido a un cáncer de pulmón. Tras su muerte, ha sido homenajeado de diversas maneras, incluyendo la creación del Premio "Luis Carandell" de Periodismo Parlamentario por el Senado de España, y varios homenajes y exposiciones que reconocen su legado como uno de los cronistas más destacados de su tiempo.
La obra y el legado de Luis Carandell continúan siendo una referencia en el periodismo español, recordando su capacidad para capturar la esencia de la política y la sociedad españolas con agudeza, crítica y, sobre todo, un inconfundible sentido del humor.
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