Manuel Vicent Recatalá nació el 10 de marzo de 1936 en Villavieja, Castellón, España, en un año marcado por el estallido de la Guerra Civil Española. Su infancia estuvo profundamente influenciada por su primer recuerdo: la entrada de las fuerzas militares de Franco en su pueblo natal. Esta experiencia y la influencia de un viejo profesor humanista y republicano moldearon su posicionamiento antimilitarista, republicanismo, humanista y anticlerical.
Tras completar su educación en derecho en la Universidad de Valencia, donde también cursó algunos estudios de filosofía, Vicent se trasladó a Madrid para estudiar periodismo en la Escuela Oficial. Allí comenzó su carrera escribiendo para revistas como Hermano Lobo y Triunfo, y más tarde se introdujo en el periodismo político en el diario Madrid. Su llegada al periódico El País en 1977 marcó el inicio de una prolífica carrera como articulista, donde sus crónicas parlamentarias le ganaron gran reconocimiento.
La obra literaria de Manuel Vicent es extensa y variada, incluyendo novelas, teatro, cuentos, biografías, y más. Destacan especialmente sus novelas "Tranvía a la Malvarrosa" y "Son de mar", ambas adaptadas al cine por directores de renombre como José Luis García Sánchez y Bigas Luna, respectivamente. Otras obras importantes incluyen "La novia de Matisse" y "El azar de la mujer rubia". Además, Vicent ha explorado la gastronomía, los viajes y las entrevistas en sus escritos, mostrando su versatilidad como escritor.
Su estilo, descrito a menudo como impresionista, presenta una visión del mundo que refleja la influencia de otros ilustres paisanos como Joaquín Sorolla o Vicente Blasco Ibáñez. A través de sus textos, Vicent juega con dualidades y contrapuntos que exploran lo sublime y lo banal, lo cotidiano y lo trascendente. Francisco Umbral lo describió como un estilista capaz de manejar "la calidad tectónica de su prosa", y su capacidad para capturar "la fuerza levantina de sus imágenes".
Manuel Vicent ha sido reconocido con numerosos premios a lo largo de su carrera. Ganó el prestigioso Premio Alfaguara de Novela en dos ocasiones, en 1966 por "Pascua y naranjas" y en 1999 por "Son de mar". También recibió el Premio Nadal en 1986 por "Balada de Caín", y diversos reconocimientos por su contribución al periodismo y la literatura, incluyendo el Premio Francisco Cerecedo y el Premio de Periodismo de Opinión Raúl del Pozo.
Además de su notable carrera literaria, Vicent ha sido un crítico activo de la sociedad contemporánea, utilizando su pluma para defender los valores humanos y el análisis crítico. Su columna semanal en El País sigue siendo un espacio para reflexiones profundas sobre la cultura, política y sociedad españolas. Manuel Vicent no solo ha dejado una marca indeleble en el paisaje literario español, sino que también ha contribuido significativamente al pensamiento y la crítica cultural en España y más allá.
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