Nacida en Caracas, Venezuela, el 30 de marzo de 1951, Margarita Zingg Reverón, conocida también por su nombre de casada, de Blohm, proviene de una familia con una rica historia en el país. Su abuelo, Gustav August Heinrich Zingg Miersen, oriundo de Hamburgo, Alemania, llegó a Venezuela en 1889 para trabajar en Maracaibo en la firma Christern & Co., lo que marcaría el inicio de una larga relación entre las familias Zingg y Blohm con la élite empresarial y cultural de Venezuela.
Margarita creció en un ambiente donde el arte, la cultura y los negocios se entrelazaban. Su padre, Hermann Zingg Aranguren, y su tío, Gustavo, fueron los representantes exclusivos de Mercedes Benz en Venezuela, lo que sumó un toque de glamour y sofisticación a su entorno familiar. Esta influencia temprana despertó en Margarita una pasión por la moda y el diseño, que más tarde se convertiría en su carrera profesional.
Desde joven, Margarita mostró un interés particular por el mundo de la moda. Inició su carrera en 1976 con una marca de ropa infantil llamada ‘Microshop’. Posteriormente, abrió la tienda ‘Bellocotton’ y se asoció con el diseñador Hernán Suárez. En los años 80, ambos diseñadores obtuvieron la licencia para Venezuela de Christian Dior Prêt a Porter, lo que los colocó en el centro de la escena de la moda venezolana.
Además de su trabajo en moda, Margarita contribuyó significativamente al vestuario de varias producciones cinematográficas y eventos de alta importancia como el Miss Venezuela, diseñando el vestuario de las concursantes y para los concursos internacionales. Su estilo y visión únicos la establecieron como una figura clave en la promoción y evolución de la moda venezolana.
Margarita también se destacó como escritora y publicó varios libros enfocados en el glamour y la moda. Entre sus obras más notables se encuentran "Glamour para novias" (2011) y "Glamour para llevar" (2010), libros que reflejan su profundo conocimiento y pasión por el diseño de alta costura, especialmente en el contexto de eventos significativos y personales como las bodas.
En su vida personal, Margarita enfrentó tragedias que sacudieron su existencia, como el asesinato de su esposo, Federico Blohm, en un brutal robo en su propia casa en 2001. Este evento marcó un antes y un después en su vida, y en la de muchos que veían en la pareja un símbolo de elegancia y armonía. A pesar de estos desafíos, Margarita continuó adelante con la misma gracia y fortaleza que caracterizaban su trabajo en la moda y la cultura.
Más tarde, Margarita decidió radicarse en los Estados Unidos, alejándose del mundo de la moda, pero dejando un legado imborrable en la industria de la moda venezolana. Su influencia sigue siendo reconocida y celebrada por nuevas generaciones de diseñadores y aficionados a la moda en Venezuela y más allá.
La historia de Margarita Zingg es un testimonio de talento, resiliencia y pasión por la belleza y la expresión artística. Su contribución al mundo de la moda, junto con su capacidad para superar adversidades personales, la convierten en una figura inspiradora y respetada en el panorama cultural de Venezuela.
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