Miguel de Unamuno y Jugo nació el 29 de septiembre de 1864 en Bilbao, España. Desde temprana edad, se vio inmerso en un entorno que favoreció su inclinación hacia las letras y la filosofía. Educado inicialmente en el colegio de San Nicolás en su ciudad natal, su vida estudiantil lo llevó eventualmente a Madrid, donde cursó estudios superiores en la Universidad Central, obteniendo su doctorado con una tesis sobre el origen y prehistoria de la raza vasca.
Desde sus primeros años académicos, Unamuno mostró un profundo interés por las cuestiones éticas y religiosas, explorando la crisis de fe y la lucha entre la razón y la creencia a través de la dialéctica hegeliana y otras corrientes filosóficas de la época. Esta búsqueda intelectual se reflejó en sus primeras obras como "En torno al casticismo", donde comenzó a dar forma a sus pensamientos sobre la identidad nacional y la modernización de España.
Unamuno no solo se destacó como pensador, sino también como figura clave en la literatura de la Generación del 98. Algunas de sus obras más influyentes incluyen "Niebla", "La tía Tula" y "San Manuel Bueno, mártir", donde exploró temas como la existencia, la identidad personal y la moralidad. Su novela "Niebla" en particular es notable por su innovador uso de la metaficción y su exploración del nihilismo.
En su carrera académica, Unamuno fue catedrático y rector de la Universidad de Salamanca, donde influyó en varias generaciones de estudiantes. Sin embargo, su vida académica estuvo marcada por controversias, especialmente debido a sus críticas a figuras políticas y su oposición a la dictadura de Primo de Rivera, lo que le valió el exilio a la isla de Fuerteventura y más tarde a Francia.
Unamuno regresó a España con la proclamación de la Segunda República en 1931, siendo reinstalado como rector de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, sus últimos años estuvieron marcados por su desilusión con el curso político de la República y su inicial pero breve apoyo a la sublevación militar de 1936, del cual se retractó públicamente después de presenciar las atrocidades cometidas durante la Guerra Civil Española.
Miguel de Unamuno falleció repentinamente el 31 de diciembre de 1936 en Salamanca. Su legado como escritor, filósofo y educador perdura, y es recordado como una de las mentes más lúcidas y complejas de la literatura y filosofía españolas del siglo XX. Sus obras continúan siendo estudiadas y apreciadas por su profunda introspección en la condición humana y su crítica a la sociedad y política de su tiempo.
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