Mikel Lejarza Eguía, conocido con el seudónimo de "El Lobo", nació en Villaro, Vizcaya, aproximadamente en 1951, en una familia vascohablante de tradición carlista. Durante su juventud, en los turbulentos años del tardofranquismo en España, Lejarza fue reclutado por el Servicio Central de Documentación (SECED), iniciando una carrera en el espionaje que cambiaría su vida y la historia del terrorismo en España.
Antes de convertirse en espía, Lejarza llevó una vida relativamente normal en el País Vasco. Sin embargo, su vida dio un giro dramático a principios de los años setenta cuando fue seleccionado por los servicios secretos españoles para infiltrarse en ETA, la organización separatista vasca. Adoptando el alias de "Lobo", Lejarza se introdujo en la infraestructura de ETA político-militar, ganándose la confianza de sus líderes al facilitarles pisos seguros, financiados por el Estado, que estaban bajo vigilancia constante.
El punto culminante de su carrera como infiltrado ocurrió en 1975, cuando Lejarza proporcionó información crucial que permitió la desarticulación de la cúpula de ETA en una operación que resultó en la detención de más de ciento cincuenta miembros de la organización en Madrid y Barcelona. Este evento no solo marcó un antes y un después en la lucha contra ETA, sino que también dejó al descubierto la identidad de Lejarza, convirtiéndolo en objetivo prioritario de la organización terrorista.
Tras el éxito de la operación, y con su vida en constante peligro, Lejarza se sometió a varias cirugías faciales para cambiar su apariencia y vivió bajo identidades falsas durante décadas, continuando su labor en la inteligencia española. Su trabajo no se limitó a ETA, ya que también participó en misiones contra el terrorismo islámico y el narcotráfico, e incluso se infiltró en grupos de comunicación para investigar figuras como Mario Conde.
En 2022, Mikel Lejarza publicó sus memorias, tituladas "Yo confieso. 45 años de espía", coescritas con Fernando Rueda. En esta obra, Lejarza ofrece un relato detallado y sincero de su vida en el espionaje, exponiendo las complejidades y peligros de su profesión. La publicación de sus memorias marcó uno de los pocos momentos en que ha aparecido públicamente, siempre bajo fuertes medidas de seguridad.
La historia de Lejarza ha inspirado numerosos reportajes, libros y documentales, así como la película "El Lobo", donde fue interpretado por Eduardo Noriega. Su vida ha sido objeto de discusión en programas populares como Milenio 3 y Cuarto Milenio, presentados por Iker Jiménez, destacando su impacto en la historia reciente de España.
La biografía de Mikel Lejarza es un testimonio de los sacrificios personales y los riesgos inherentes al trabajo de inteligencia. Su legado no solo reside en su impacto en la lucha antiterrorista, sino también en su capacidad para vivir múltiples vidas, todas al servicio de un objetivo mayor: la seguridad de su país.
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