Nicolas Paul Stéphane Sarközy de Nagy-Bocsa nació el 28 de enero de 1955 en París, Francia. Hijo de Pál Sarkozy y Andrée Mallah, su infancia estuvo marcada por el divorcio de sus padres y las dificultades económicas de su madre, quien tuvo que retomar sus estudios de Derecho para mantener a su familia. A pesar de las adversidades, Sarkozy se crió en un ambiente que valoraba la educación y el esfuerzo, lo que le llevó a estudiar en la Universidad de París X Nanterre y más tarde en el Institut d'Études Politiques de París, aunque no completó su grado debido a su insuficiente nivel de inglés.
Desde joven, Sarkozy mostró un gran interés por la política. Su carrera política comenzó en Neuilly-sur-Seine, donde fue elegido alcalde en 1983, cargo que ocupó hasta 2002. Durante su mandato, se destacó por su eficacia administrativa y su capacidad para atraer inversiones a la localidad. Paralelamente, en 1974, se afilió a la Unión de Demócratas por la República, ascendiendo rápidamente en las filas del partido que más tarde se convertiría en la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
En 1993, Sarkozy fue nombrado Ministro de Presupuesto y Portavoz del Gobierno bajo la presidencia de François Mitterrand y el primer ministro Édouard Balladur. A lo largo de los años, ocupó varios cargos ministeriales, incluyendo el Ministerio del Interior y el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria, donde impulsó reformas significativas que afectaron a la economía francesa.
Su carrera alcanzó su punto culminante en 2007, cuando fue elegido Presidente de la República Francesa. Durante su mandato, enfrentó desafíos como la crisis financiera mundial y los conflictos sociales internos. Su política exterior incluyó la intervención en Libia y la fortificación de la relación franco-alemana dentro de la Unión Europea. Sin embargo, su presidencia también estuvo marcada por controversias y críticas, particularmente en relación con su estilo de liderazgo y las acusaciones de corrupción que marcarían su carrera post-presidencial.
Después de perder la reelección ante François Hollande en 2012, Sarkozy anunció su retirada de la política, aunque regresó brevemente como presidente de Los Republicanos. En los años siguientes, enfrentó múltiples acusaciones legales, incluyendo corrupción y financiación ilegal de campaña, que culminaron en condenas y sentencias de cárcel, aunque con la opción de cumplir su condena bajo arresto domiciliario.
En lo personal, Sarkozy se ha casado tres veces y tiene cuatro hijos. Su tercera esposa, Carla Bruni, una exmodelo y cantante, ha sido una figura mediática prominente a su lado. A lo largo de los años, Sarkozy ha publicado varios libros, ofreciendo su visión sobre la política y su experiencia como presidente, lo que le ha permitido mantener una presencia en el ámbito público francés e internacional.
A pesar de las controversias, Sarkozy sigue siendo una figura influyente en la política francesa, recordado tanto por sus logros como por los escándalos que lo acompañaron. Su legado es objeto de debate entre críticos y defensores, reflejando la polarización de opiniones que su figura evoca.
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