Rainer Maria Rilke, nacido como René Karl Wilhelm Johann Josef Maria Rilke el 4 de diciembre de 1875 en Praga, entonces parte del Imperio austrohúngaro, es uno de los poetas de lengua alemana más importantes y una figura trascendental en la literatura universal. Su vida estuvo marcada por un profundo sentido de la poesía como un camino hacia el entendimiento de la existencia humana.
Su infancia y adolescencia transcurrieron en un ambiente familiar complejo. Su padre, Josef Rilke, un oficial ferroviario y su madre, Sophie (Phia) Entz, provenían de esferas sociales dispares. La relación con su madre fue particularmente complicada, marcada por el deseo de ella de recuperar a una hija perdida, llegando a vestir a Rilke como niña durante sus primeros años. Estos elementos configuraron la sensibilidad y percepción del poeta frente al mundo y su obra.
Rilke recibió educación en la Escuela Militar de Sankt Pölten, pero problemas de salud lo obligaron a dejarla, llevándolo a estudiar literatura, historia del arte y filosofía en las universidades de Praga y Múnich. Durante su juventud, publicó sus primeros trabajos poéticos, fuertemente influenciados por Heinrich Heine y la poesía de la época.
La vida adulta de Rilke estuvo marcada por viajes constantes y por relaciones significativas que influyeron en su obra. En 1901, se casó con la escultora Clara Westhoff, con quien tuvo una hija, Ruth. Aunque su matrimonio no duró en convivencia, Clara fue una influencia constante en su vida. La relación con Lou Andreas-Salomé fue particularmente formativa; ella introdujo a Rilke en el pensamiento de Nietzsche y en la psicología de Freud, ampliando sus horizontes intelectuales y emocionales.
Sus obras más aclamadas incluyen las "Elegías de Duino", "Los Sonetos a Orfeo" y "Cartas a un joven poeta", donde explora temas como el arte, la muerte, la existencia, y la soledad, con un estilo que mezcla lo místico y lo simbólico. "Los cuadernos de Malte Laurids Brigge" es su única novela, una obra semi-autobiográfica que profundiza en la alienación y el aislamiento del individuo moderno.
Rilke escribió también en francés, destacando por su capacidad para capturar la esencia y la inmediatez del mundo físico y emocional. Sus textos reflejan un continuo diálogo con los ángeles, figura central en muchas de sus obras, simbolizando la búsqueda de una conexión más profunda con el mundo metafísico.
La vida de Rilke concluyó el 29 de diciembre de 1926 en el Sanatorio de Valmont, Suiza, donde falleció de leucemia. Su legado poético, profundamente introspectivo y exploratorio, sigue siendo objeto de estudio y admiración por su contribución a la poesía moderna y su capacidad para articular la complejidad de la experiencia humana y espiritual.
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