Stefan Zweig

Stefan Zweig nació el 28 de noviembre de 1881 en Viena, capital del entonces Imperio austrohúngaro. Fue el hijo de Moritz Zweig, un próspero fabricante textil, e Ida Brettauer, perteneciente a una familia de banqueros italianos. Creció en un ambiente culturalmente estimulante y desde joven mostró un profundo interés por la literatura y el arte, influenciado por el vibrante ambiente cultural vienés de finales del siglo XIX y principios del XX.

Realizó sus estudios en la Universidad de Viena, donde se doctoró en Filosofía en 1904. Durante su época de estudiante, comenzó a publicar poesía y se involucró en el periodismo, colaborando con algunos de los principales periódicos de la época. Su relación con importantes figuras literarias y su temprana inclinación por la escritura lo llevaron a abandonar cualquier idea de seguir una carrera en el negocio familiar.

Zweig se convirtió en un prolífico escritor, abarcando géneros como la novela, la biografía, el ensayo y el teatro. Entre sus obras más destacadas se encuentran biografías de figuras históricas como "María Antonieta" y "Fouché", así como novelas como "Novela de ajedrez" y "Amok". Sus escritos reflejan una profunda comprensión de la psicología humana y un compromiso con los ideales de la paz y el entendimiento intercultural, valores que abrazó tras las devastadoras experiencias de la Primera Guerra Mundial, durante la cual se exilió en Suiza debido a su postura pacifista.

Con la llegada del nazismo y el aumento de la persecución a los judíos y los intelectuales, Zweig, de ascendencia judía, se vio forzado a abandonar Austria. Se trasladó primero a Londres y luego a Brasil, donde continuó escribiendo y manteniendo correspondencia con otros intelectuales en el exilio. Sin embargo, desolado por la destrucción de la Europa que conocía y amaba, y sintiendo que el mundo estaba entrando en una era de oscuridad, Zweig y su segunda esposa, Charlotte Elisabeth Altmann, decidieron poner fin a sus vidas en 1942 en Petrópolis, Brasil.

La obra de Stefan Zweig ha experimentado un resurgimiento en décadas recientes, reconociéndose su valor literario y su aguda percepción de los cambios socioculturales y políticos de su tiempo. Su estilo, caracterizado por la elegancia y la profundidad psicológica, continúa cautivando a lectores en todo el mundo, y su vida como intelectual comprometido y pacifista sigue siendo objeto de estudio y admiración.