"31 noches", la primera novela del reconocido periodista Ignacio Escolar, nos sumerge en las sombras de la vida nocturna de Madrid, donde el crimen y la corrupción tejen una red peligrosa e inescapable. La historia sigue a un periodista anónimo infiltrado por la policía en una banda de narcotraficantes, un escenario que promete tensión y conflictos morales a cada paso.
El periodista, cuya identidad se mantiene en secreto por seguridad, se encuentra atrapado en una peligrosa danza con dos figuras clave: Alexander, un portero de discoteca de origen polaco con un pasado turbio y deseos de redención, y Velasco, un policía corrupto cuyas acciones desencadenan una serie de eventos violentos. A través de estos personajes, Escolar explora las profundidades de la depravación humana y los costos personales de vivir en constante peligro.
La trama de "31 noches" se desarrolla en el transcurso de un mes de agosto, marcado por la violencia y el suspense. La narrativa, intensamente gráfica y detallada, no escatima en mostrar la brutalidad del mundo del narcotráfico. Desde la descripción de un aterrador cuarto forrado de plástico, destinado a ser la tumba ácida de algún desafortunado, hasta las complejas interacciones entre personajes que luchan por sobrevivir y traicionar, la novela captura la esencia del género negro con un realismo crudo y perturbador.
Además de ser un thriller absorbente, "31 noches" está impregnada de un fino sentido del humor y una ironía que aligera la tensión y enriquece la narración. Los diálogos son ágiles y chispeantes, y los personajes están magníficamente construidos, cada uno con sus propios demonios y motivaciones. El estilo narrativo de Escolar, perfeccionado a través de su carrera periodística, brilla en la estructura y el ritmo de la novela, manteniendo al lector enganchado hasta el sorprendente final.
Ignacio Escolar logra no solo un debut literario prometedor sino también una obra que se posiciona como un referente dentro del género negro. "31 noches" es un viaje trepidante y oscuro al corazón de la noche madrileña, un lugar donde la moral es flexible y la supervivencia es el único arte que cuenta. La novela es un testimonio de una realidad que, aunque perturbadora, es imposible ignorar.
