"A tiro limpio" es una novela de Boris Vian que encapsula el caos y el humor mordaz característicos del autor, transportando al lector a un mundo donde la lógica y la cordura se diluyen en un torbellino de situaciones absurdas y personajes estrafalarios. La trama gira en torno a cuatro protagonistas peculiares: Adelfín, un aristócrata de gustos cuestionables; Serafinio, un übermacho con una virilidad inigualable; el mayor Loostiló, un militar en la reserva cercano a la nobleza; y Antioquío, fiel aliado del militar.
El detonante de esta historia es la desaparición del barbarón bífido, una extraña reliquia que Adelfín atesora. Sustituida por una burda imitación, su pérdida desencadena una frenética persecución para recuperar el objeto auténtico. En su búsqueda, los personajes se embarcan en un viaje que los lleva desde países exóticos hasta oscuros sótanos, en un recorrido plagado de situaciones surrealistas y encuentros con una plétora de figuras extravagantes, ebrias y monstruosas.
A lo largo de las 120 páginas del libro, Vian despliega su inigualable sentido del humor y su habilidad para tejer narrativas que desafían las convenciones literarias, haciendo que el lector cuestione la realidad a cada paso. Explosiones, persecuciones y un rastro de destrucción se suceden en una serie de eventos que recuerdan a las más intrépidas aventuras del equipo de Hannibal Smith en "El Equipo A". Sin embargo, más allá de la acción y el humor, la novela también propone una reflexión sobre la naturaleza humana y los límites de la razón.
Publicada por Tusquets Editores en su colección Andanzas, "A tiro limpio" es una obra que, pese a su brevedad, deja una impresión duradera. Aunque no ha escapado a las críticas, que la describen como un "fiasco de proporciones bíblicas", mantiene el espíritu indomable de Boris Vian y su capacidad para desafiar las expectativas. Esta nueva traducción, lanzada en el cincuentenario de la muerte del autor, ofrece la oportunidad de redescubrir un título emblemático de su universo literario, donde el humor y la locura se entrelazan en una danza incesante.