Adiós a la bohemia, una ópera chica en un solo acto, es una creación distintiva del libretista Pío Baroja y del compositor Pablo Sorozábal. Estrenada en el Teatro Calderón de Madrid el 21 de noviembre de 1933, esta obra se sumerge en el ambiente de un café madrileño alrededor del año 1900, ofreciendo un retrato lírico y humano de la vida bohemia de la época.
La obra se inicia con un personaje llamado el Vagabundo, un poeta que no ha encontrado éxito en su carrera, presentando al público su "obra", que describe como realista a pesar de sus deseos. El telón se levanta para revelar un café bullicioso donde un grupo de bohemios discute apasionadamente sobre pintura, destacando figuras como El Greco, Velázquez y Goya. En este escenario, Ramón, un personaje central, aguarda con nerviosismo la llegada de Trini, su antigua modelo y amante.
La tensión dramática se intensifica con la llegada de Trini, dando paso a una conversación profunda entre ambos, que constituye el núcleo dramático de la obra. La interacción entre los personajes se desarrolla a través de un diálogo musical que alterna entre habanera y pasodoble, enriqueciendo la narrativa con una mezcla de recitados y canciones que reflejan diversos estados emocionales. La música, clave en esta interacción, incluye números destacados como las romanzas "¿Recuerdas aquella tarde?" cantada por Trini y "El poeta pobre" interpretada por Ramón, además del coro de prostitutas "Noche triste y enlutada".
El desenlace de la obra se ve marcado por la aparición de un Chulo que viene a buscar a Trini, introduciendo un breve pero intenso pasodoble. Mientras la música de fondo retorna a la habanera, Ramón se sumerge en una conversación con el Mozo del café y un Señor que lee El Heraldo, despidiéndose finalmente de Trini y abandonando la escena con un aire de resignación. El Vagabundo cierra la obra con una reflexión sobre el realismo, sugiriendo que a veces es mejor vivir en los sueños que enfrentar la amargura de la realidad.
Adiós a la bohemia no solo es una representación de la vida bohemia de Madrid, sino también un experimento en la fusión de la literatura y la música, donde Baroja y Sorozábal exploran con maestría el pesimismo y la humanidad de sus personajes, dejando una impresión duradera en el espectador.