En "Agua de luna", una intensa y conmovedora novela del autor Juan Ramón Lucas, nos adentramos en la vida de Greta, una joven con aspiraciones de convertirse en actriz, cuya existencia se ve sacudida por un oscuro secreto que amenaza con destruir su vida y la de su familia. Este misterio no solo desgarra el telón de su cotidianidad sino que la arrastra hacia un abismo de incertidumbre y peligro.
La trama se despliega cuando Greta desaparece sin dejar rastro, impulsando a su padre, Julio Noriega, a emprender una búsqueda desesperada. Este viaje no es solo físico, sino también emocional y espiritual, llevando a padre e hija por un camino paralelo a través de un limbo donde se confunden el bien y el mal, la verdad y la mentira. Julio se ve obligado a enfrentar un mundo al revés, habitado por ángeles y demonios, donde el dolor se entrelaza con la esperanza en una lucha constante por la redención.
Decidido a rescatar a su hija, Julio se sumerge en un entorno peligroso y desconocido, dispuesto a confrontar a asesinos y a desafiar al enigmático 'hombre tranquilo'. Su odisea plantea una pregunta fundamental: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por amor, por fe o por la lealtad a un país?
La novela no solo es un thriller emocionante, sino también una introspección del autor sobre sus propias inseguridades como padre, reflejadas en la historia a través de la compleja relación entre Julio y Greta. Lucas utiliza el contexto de la captación de mujeres por redes terroristas para explorar los temores y dilemas morales a los que se enfrentan los padres modernos. "Agua de luna" es, en palabras del autor, una manera de cuestionarse a sí mismo sobre las decisiones tomadas en la vida y el impacto de estas en el destino de sus seres queridos.
Con una narrativa que captura magistralmente la esencia del suspense y el drama humano, "Agua de luna" es una obra que desafía al lector a reflexionar sobre temas de actualidad y sobre los eternos conflictos del alma humana. Invita a los lectores a sumergirse en sus páginas y experimentar una montaña rusa de emociones que, sin duda, dejará una impresión duradera.