"Al romper el alba", un libro póstumo de Ernest Hemingway, editado por su hijo Patrick Hemingway, nos sumerge en una narrativa donde se entrelazan la aventura y la introspección. A pesar de las controversias en torno a su autenticidad y a la figura del autor, la obra retiene el sello distintivo de Hemingway en su estilo y temática. La novela, que flirtea con la crónica, se desarrolla en el corazón de África, donde Hemingway, convertido en el Gran Cazador Blanco, dirige un centro de caza.
La trama se centra en los preparativos y la realización de una caza mayor, con el objetivo principal de que Mary, la esposa de Hemingway, logre cazar a un esquivo león gigante. Este evento sirve de eje para explorar las dinámicas dentro del campamento, que alberga a personas de diversas etnias y culturas, y la interacción con la majestuosa pero desafiante naturaleza africana. A lo largo del relato, se tejen subtramas que incluyen la amenaza de terroristas mau mau y las tensiones personales y profesionales del propio Hemingway.
El estilo de Hemingway es evidente en la prosa: directo y a la vez elusivo, construyendo la narrativa con una mezcla de realidad concreta y mito permanente. La descripción vívida de la caza y la vida en el campamento captura la complejidad de las relaciones humanas y la lucha eterna entre el hombre y la naturaleza. Además, el libro no se sustrae de abordar las críticas modernas sobre los safaris y la conservación de la naturaleza, ofreciendo así un retrato multidimensional que va más allá de la simple aventura.
Por otro lado, la obra no está exenta de las criticadas tendencias de Hemingway, incluyendo algunos diálogos que intentan ser ingeniosos pero a veces resultan forzados, y la representación de ciertas actitudes que pueden parecer anacrónicas o incluso grotescas. Sin embargo, estas facetas también contribuyen a un retrato fiel del Hemingway que conocemos, complejo y contradictorio.
En conclusión, "Al romper el alba" es una adición intrigante al legado de Hemingway. A través de la edición de Patrick, el libro ofrece una perspectiva única sobre los últimos días del autor y su relación con un continente que tanto amó y que tanto influenció su obra. A pesar de las polémicas que lo rodean, la novela es un testimonio de la habilidad de Hemingway para capturar la esencia de la experiencia humana frente a los vastos e indomables paisajes de África.
