Alexandra y las siete pruebas, escrita por Roberto Santiago y Ángela Armero, es una novela juvenil que se adentra en el mundo de los videojuegos a través de una competencia emocionante y singular. La historia, que inicia en el capítulo 100 y retrocede hasta el capítulo 0, nos lleva a un colegio donde los estudiantes, liderados por la joven Alexandra, compiten por ser los primeros en probar el último videojuego creado por Alfonso Giménez Dom.
Alexandra, una niña de 11 años, desobedece a sus padres para sumergirse en esta aventura que no solo pone a prueba su habilidad y astucia, sino que también se convierte en una jornada de autoconocimiento y maduración personal. A lo largo de la competencia, Alexandra y sus amigos, entre ellos Ricardo el empollón y Bodémer el chulito, enfrentan diversas pruebas que desafían sus capacidades y revelan sus verdaderas personalidades.
El estilo narrativo es ágil y directo, adecuado para una trama que se desarrolla con rapidez, donde cada prueba aporta un nuevo desafío y una oportunidad para el desarrollo de los personajes. Las pruebas están meticulosamente descritas, convirtiendo a la novela en un "videojuego literario" donde cada desafío es crucial para el avance de la historia y la evolución de sus protagonistas.
Paralelamente, se teje una subtrama que involucra a los padres de Alexandra, Julio y Aurora, y al propio Dom, cuyas vidas se entrelazan de una manera que transforma sus destinos. Esta complicación añade una capa de profundidad y misterio al relato, culminando en un desenlace sorprendente donde Alexandra no solo busca ganar la competición, sino también encontrar un nuevo sentido de familia.
Destinada a un público adolescente, Alexandra y las siete pruebas es una novela que también puede captar el interés de los adultos, especialmente aquellos fascinados por el impacto cultural y social de los videojuegos. La obra invita a los lectores a reflexionar sobre la realidad y el escapismo, y a valorar el poder de la imaginación sobre cualquier forma de entretenimiento digital. Con un final que deja a los lectores contemplando las complejidades de la vida y las relaciones humanas, esta obra se presenta como una lectura emocionante y reflexiva.
