"Alexis Zorbas", también conocido como "Zorba el griego", es una obra maestra de Nikos Kazantzakis que sumerge al lector en una narrativa vibrante y emotiva sobre la vida y aventuras de Alexis Zorba, un personaje que encapsula el espíritu libre y apasionado de la cultura griega. Escrito entre 1941 y 1943, este libro no solo inspiró una famosa película, sino que también dejó una marca indeleble en la literatura del siglo XX.
Zorba es un hombre de edad avanzada, pero con un espíritu joven y una energía inagotable, que vive cada momento con intensidad y sin remordimientos. Su filosofía de vida, basada en la libertad, el amor y el coraje, se revela a través de sus interacciones con el narrador, un joven intelectual cauteloso y reservado que se ve profundamente influenciado por Zorba. A lo largo de la novela, Zorba enseña al narrador a abrazar la vida con todas sus complejidades, alegrías y tristezas, transformando su visión del mundo y su comprensión de los valores humanos fundamentales.
La historia se desarrolla en Creta, donde ambos personajes se encuentran y deciden emprender un proyecto minero juntos. A medida que trabajan en la mina, el lector es testigo de cómo Zorba aborda cada desafío con una mezcla de astucia, optimismo y una filosofía que destila sabiduría popular y un profundo aprecio por la naturaleza y la existencia humana. Sus reflexiones sobre el viento, el mar, el fuego, las mujeres y el pan son poéticas y profundamente filosóficas, ofreciendo una nueva perspectiva sobre los elementos cotidianos de la vida.
La novela no solo es una celebración de la vida y la amistad, sino también un viaje espiritual y emocional que explora las profundidades del alma humana. La influencia de Zorba es tan profunda que el narrador lo considera su guía espiritual, un gurú que le ofrece lecciones esenciales para enfrentar la vida con coraje y autenticidad. "Alexis Zorbas" es, en esencia, una invitación a vivir plenamente, a liberarse de las ataduras convencionales y a buscar la felicidad en la simplicidad y la sinceridad de la experiencia humana.
Descrito por Lawrence Durrell como una "maravillosa evocación de un paisaje" y un retrato vívido de un temperamento esencialmente griego, este libro sigue siendo una obra fascinante y enriquecedora que captura la esencia del espíritu humano y la belleza inigualable de la vida misma.