En "Almanaque de fabulador", Luis García Montero compila una selección cuidadosa de cincuenta crónicas escritas entre 1995 y 2001, ofreciendo al lector un viaje a través de un "año imaginario, con sabor a fin de siglo". Este conjunto de textos, originalmente dispersos pero ahora unificados, presenta una reflexión continua sobre el paso del tiempo, la vida cotidiana y los sucesos familiares, todos capturados con el estilo lírico y humano que caracteriza a García Montero. Este libro no solo es una obra de crónicas periodísticas, sino también una pieza literaria con una fuerte carga poética y emocional.
Publicado por Tusquets Editores en 2003, "Almanaque de fabulador" se destaca por su estructura única, donde cada crónica representa una especie de entrada de diario que marca un evento, un sentimiento o una observación, organizados como si siguieran el ciclo de un año. Esta organización otorga al libro una cohesión que invita a leerlo como si fuera una narrativa continua, a pesar de su origen episódico. Este formato no solo refleja la habilidad de García Montero para capturar la esencia del tiempo, sino que también subraya su perspectiva de que la verdadera edad de las personas es la del espíritu, una temática recurrente en sus escritos.
Además, el autor utiliza su obra para explorar temas profundos como la naturaleza transitoria de las estaciones, los ciclos de trabajo y descanso, y las festividades que punctúan el año, siempre con un enfoque que privilegia lo cotidiano y accesible. García Montero transforma las situaciones más mundanas, como una tarde lluviosa o una conversación en un ascensor, en reflexiones filosóficas sobre la vida y el tiempo. La prosa del libro es accesible pero profundamente simbólica, permitiéndole al lector una conexión inmediata con los temas tratados.
"Almanaque de fabulador" no solo es significativo por su contenido, sino también por su forma, al presentar un ejercicio de estilo que confirma a Luis García Montero como un maestro del lenguaje y un cronista excepcional de la vida contemporánea. A través de las páginas de este libro, nos encontramos con un espejo de nuestras propias experiencias, pensamientos y emociones, todo visto a través del lente poético y tremendamente humano de García Montero.
